La Navidad es una época en la que la esperanza, las buenas intenciones y la fantasía tienen un espacio especial en nuestras casas y corazones. Es un momento de compartir, de sonreír y de estar en familia. Así lo vive Luis Aparicio, el único venezolano en ser exaltado al Salón de la Fama del beisbol de las Grandes Ligas.
Su estirpe zuliana lo convirtió en un acérrimo oyente de la gaita y un amante de las buenas hallacas.
Don Luis no es un hombre de muchas palabras, pero conserva intacta en su memoria cientos de historias, entre ellas, esta anécdota decembrina.
Una vez le tocó quedarse en Chicago más de la cuenta, luego de haber terminado la temporada. Aparicio iba manejando en su Cadillac aquel domingo de intenso invierno, cuando le dio por hacer una vuelta en U en un semáforo. Pensando que nadie lo estaba viendo, realizó aquel giro y de pronto apareció un policía, quien lo detuvo y le pidió los papeles.
Después de entregarle los documentos, el agente lo reconoció y le dijo: “Dios mío, tú eres Luis Aparicio el campocorto de los Medias Blancas”.
El zuliano pensó: “Este se jodió, ya me reconoció. Le voy a dar una pelota firmada de las que cargo en la maleta y me salvo de la multa”. Aparicio cuenta que él siempre cargaba una caja de pelota firmadas.
“Sí, yo soy y tengo una cosa para ti y tus niños. Toma esto, una pelota firmada por todos los jugadores de los Medias Blancas”.
El policía le contestó: “¡Jesús! Gracias Sr. Luis, pero yo también tengo algo para usted”, y le entregó la boleta de multa, para luego rematar diciendo: “Tenga un buen día, mis hijos nunca olvidarán esto”.
“Salud, constancia, trabajo y prosperidad para todos los venezolanos y a la juventud, mucho estudio, felicidad y éxitos en todo lo que emprendan”, son los mejores deseos de Luis Ernesto Aparicio Montiel.
2014: AÑO REDONDO
“Se dice fácil”, dijo Aparicio refiriéndose a las tres décadas desde que ingresó a Cooperstown, aquel 12 de agosto de 1984. Gracias a su extraordinaria carrera de 18 años en las mayores, año tras años es entregado un galardón en su nombre al pelotero más destacado durante la campaña en MLB. El pasado 29 de abril, cumplió 80 años de vida y aprovechó para resaltar algo invaluable de su carrera. “He tenido la suerte de contar con una familia extraordinaria, eso es lo mejor que me ha dejado el beisbol”, aseguró.
0 comentarios:
Publicar un comentario