VENEZOLANO MUJICA UN PITCHER DE 500 JUEGOS

El Emergente

Por Ignacio Serrano

Las metas de los venezolanos en 2015 (X)

Nueve temporadas para 49 juegos salvados. No parecen los números de un relevista brillante. Y sin embargo, es lo que Edward Mujica ha sido a lo largo de su ya larga carrera en las Grandes Ligas.

Mujica es un apagafuegos sorprendente. Sin que nadie se diera cuenta, se adueñó del puesto de cerrador en San Luis, hace dos años, y se anotó 37 rescates, a pesar de que no asumió esa responsabilidad hasta entrado el mes de mayo.

Únicamente otros tres nativos han acumulado tal suma de salvamentos en un torneo de las mayores: Francisco Rodríguez, Ugueth Urbina y Kelvim Escobar.

También sin que muchos se hayan dado cuenta, Mujica logró un contrato millonario con Boston y del mismo modo está por completar 500 encuentros en la gran carpa. No debería serle difícil. Necesita 55 apariciones, una cantidad que ha superado en sus últimas seis zafras.

Sólo el Kid Rodríguez, Urbina y Rafael Betancourt, en la expedición nacional, han subido a la lomita al menos en medio millar de oportunidades.

Y aunque el carabobeño será, con 3.77, el de mayor efectividad entre los cuatro, tiene otros números que asombran, justificando su papel como segundo cerrador de los Medias Rojas, si cabe denominar así su puesto como guardaespaldas de Koji Uehara en el Fenway Park.

Mujica ha entregado 1,5 bases por bolas por cada nueve innings de labor. Su control es proverbial y esa estadística lo confirma. Es la mejor cifra entre los criollos que han lanzado en las Grandes Ligas.

Ha ponchado, además, a 4,8 adversarios por cada transferencia concedida. También es la mejor relación de todos los tiempos entre sus compatriotas. ¿Qué tal? Mejor que Félix Hernández o Johan Santana.

El próximo rescate del derecho le convertirá en el quinto nativo con 50 o más salvamentos. Sí, es una meta modesta. Es probable que no tenga muchas ocasiones de subir al morrito en el noveno inning, a menos que sea cambiado a una escuadra necesitada de un taponero para los cierres.

Detrás de eso, ya está visto, se ocultan las cifras que respaldan este aserto: está por empezar su décima temporada uno de los mejores relevistas venezolanos que haya habido.