AMOR

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El “Rey” está dispuesto a recuperar su trono. El mismo ocupado en 2010, cuando ganó el único Cy Young que luce en su vitrina. Y en esta ocasión no va solo por el sillón dorado, sino que aspira a las tres coronas que lo declaren monarca absoluto del pitcheo en la Liga Americana.

Félix Hernández confirmó el lunes su candidatura al premio al mejor pitcher del circuito, tras imponer el récord de 16 salidas consecutivas de al menos siete innings y dos o menos carreras limpias, superando a Gaylord Perry, quien logró 15 presentaciones seguidas de ese tipo, en la zafra de 1974.

 Pero, eso no fue todo para el derecho, quien además se mantuvo en el liderato en efectividad en su liga, con 1.95, sino  que igualó la punta en victorias (13) y se colocó segundo en ponches (194), detrás de David Price (205). 

“Me estoy quedando sin palabras para Félix”, le dijo a Greg Johns, de MLB.com, el mánager de los Marineros de Seattle, Lloyd McClendon, tras la última apertura de Hernández, en la que solo recibió una rayita en siete entradas, frente a los Azulejos. 

En ese encuentro, el venezolano soltó sus serpentinas sobre la mascota de Mike Zunino, quien aseguró que las actuaciones del diestro van más allá de los récords impuestos en esta zafra. “Él es algo más. Es todo lo que se puede decir. Tiene el mejor repertorio en este momento y está lanzando muy bien. Cuando combinas ambas cosas es bastante difícil que te anoten múltiples carreras”, comentó.

El carabobeño vive su mejor momento, exactamente, cuando los Marineros están metidos de lleno en la pelea por el pase a su primera postemporada en los últimos 13 años. “Estamos luchando. Vamos a seguir batallando y hacer las pequeñas cosas”, dijo Hernández, quien respondió al llenazo de más de 41 mil fanáticos en Safeco Field. “El público es parte del juego. Ellos animan, y no solo  a mí, sino a todo el equipo. Tenemos buena energía en todo el encuentro”.

A la altura de Dwight Gooden
El mismo día que Félix Hernández quebró el récord de Gaylord Perry, el criollo también igualó la marca de Dwight Gooden, el último pitcher que sumó dos mil innings en MLB, a sus 28 años de edad, en 1993. Ahora, el derecho acumula 2.005 entradas en la gran carpa y se colocó a tres ponches de los 1.900. Al lograr esa cifra, será el octavo brazo que combina ambas cantidades, con menos de 29 velitas sopladas.

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