Apropiadamente, el hombre que se convertirá en el décimo Comisionado de Major League Baseball se crió a apenas una hora de Cooperstown, Nueva York, sede del Salón de la Fama del béisbol.
Rob Manfred se crió en el pueblo de Rome, Nueva York. Ahora el abogado de 55 años con mucha experiencia en relaciones laborales asumirá el cargo de Comisionado en enero, luego de ser elegido por los dueños de equipos el jueves.
La madre de Manfred, una maestra de escuela, integró un sindicato. Su padre fue ejecutivo en la empresa Revere Copper and Brass, compañía que tuvo una amarga relación con sus empleados, unidos también por un sindicato. No es difícil imaginar que los éxitos de Manfred como negociador se forjaron desde joven, ya que el ejecutivo de MLB desarrolló la habilidad poco común de ver ambos lados de los temas más espinosos.
Poco a poco, Manfred se convirtió en una figura poderosa dentro de la Oficina del Comisionado de MLB. Primer fue abogado de una firma contratada por la entidad en los años 80 para negociar los casos de colusión y, más adelante, en las negociaciones laborales de 1989 y 1990. Más adelante, trabajó de cerca con Bud Selig, en esos momentos el jefe del consejo ejecutivo de MLB, en los primeros esfuerzos por implementar un programa para repartir las ganancias entre todos los equipos.
Selig y Manfred llegaron a conocerse bien en esos tiempos. Manfred volvió a los predios de MLB para el proceso de negociaciones de 1994. El pacto que finalmente negociaron con la Asociación de Jugadores resultó en el sistema de repartir las ganancias entre todos los equipos, una de las grandes metas de Selig cuando éste se convirtió en Comisionado en 1992. El programa se ha expandido desde ese entonces, creando no sólo un mayor balance competitivo, sino también una paz laboral sin precedente.
"Rob entendía lo que yo pensaba", le dijo Selig a la publicación Sports Business Journal este año. "Yo sabía que teníamos que cambiar y hacer las cosas diferente que antes, y él comprendió eso".
Cuando Selig se convirtió en Comisionado tiempo completo en 1998, una de las primeras personas que contactó fue Manfred, quien se integró la entidad para encabezar el departamento de relaciones laborales.
Manfred fue el principal protagonista de MLB en las negociaciones de acuerdos colectivos en el 2002, el 2006 y el 2011. Bajo el liderazgo de Selig, no sólo continuó expandiendo el sistema para repartir las ganancias, sino también que convenció a la Asociación de Jugadores a aceptar un programa antidopaje por primera vez en la historia de Grandes Ligas. Dicho programa también se ha expandido y ahora se considera uno de los mejores entre los deportes profesionales.
Manfred fue mano derecha en la investigación de la clínica Biogénesis, que resultó en la suspensión de 14 jugadores-incluyendo la de una temporada entera de Alex Rodríguez. Además, realizó un papel protagónico en el uso de la repetición instantánea para decidir jugadas cerradas, la bancarrota y venta de los Dodgers y las negociaciones con la Asociación Mundial de Umpires, entre otros temas vitales de la industria.
"Ha sido muy buen recurso para (Selig)", le dijo al Sports Business Journal el presidente y máximo ejecutivo de los Azulejos, Paul Beeston. "Rob tiene la mente bien organziada y siempre parece saber qué está pasando. Y tampoco teme una discusión.
"Rob pudo ver el sindicato como adversario, pero no enemigo. Esa es una diferencia fundamental e importante. Cruzó ese puente y la estabilidad de la que gozamos ahora se debe en gran parte a las relaciones que él forjó".
Agregó Alan Rifkin, abogado contratado por los Orioles: "Rob tiene la habilidad de comprender que aun cuando está lloviendo, no va a llover por siempre. Esa es la actitud indicada para una estructura tan compleja y algo que viene de un negociador experimentado como él".
Manfred se graduó de la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell en 1980. Se graduó como abogado de la Universidad de Harvard en 1983. Se integró más adelante a la firma Morgan, Lewis and Bockius, LLP-por mucho tiempo los representantes de MLB.
Manfred, quien vive ahora en las afueras de Nueva York con su esposa y cuatro hijas, es durante mucho tiempo uno de los integrantes de más confianza de Selig en la Oficina del Comisionado. Desde enero, ejercerá el mayor poder en el béisbol.
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