Sin la atención mediática de sus compatriotas Yasiel Puig, Yoenis Céspedes o José Abreu, el cubano Leonys Martín se ha ido labrando un camino en las Grandes Ligas para establecerse como uno de los más sólidos defensores del jardín central de todo el béisbol.
Tras breves apariciones en las campañas del 2011 (8 juegos) y el 2012 (24), Martín se adueñó de la titularidad en la pradera central de los Vigilantes de Texas y desde ya es uno de los brazos más respetados de los jardines en la Liga Americana.
"Me alegra mucho lo que está pasando con Puig y Abreu, que fueron mis compañeros allá en Cuba y con todo este boom de los peloteros cubanos, que ya vamos siendo bastantes", dijo Martín antes del inicio de una miniserie de dos partidos ante los Marlins en Miami.
"En mi caso trato de aprender todos los días, trabajar duro, sobre todo en el aspecto mental, que es en mi opinión lo más difícil, la parte mental, porque es una temporada muy larga y uno tiene que saber que hay juegos muy buenos, pero también juegos muy malos", dijo el nacido en la provincia cubana de Villa Clara.
"Este ha sido un año muy difícil para todos en el equipo, porque hemos perdido a muchos jugadores por lesiones, pero eso es algo que no podemos controlar nosotros. Los que quedamos sanos salimos cada día a dar lo mejor en el terreno, pero no siempre las cosas salen como quisiéramos".
Acostumbrado a ocupar el primer o segundo turnos de la alineación tanto en el equipo Villa Clara, como en la selección de su país, el cubano batea en la parte baja de la tanda en Texas.
"Es cierto que cada turno tiene su cosa específica, pero a mí en realidad lo que me interesa es salir a jugar todos los días y aprovechar esta oportunidad que me ha dado la vida", señala Martín, quien reconoce que la presencia del sudcoreano Shin-Soo Choo y del venezolano Elvis Andrus en los primeros dos puestos le ponen las cosas más difíciles en cuanto a ascender en el orden al bate.
Martín dijo que le gustaría jugar pelota invernal con los Tigres del Licey, en la República Dominicana, aunque de momento se enfoca en terminar lo más fuerte posible la campaña en las Mayores.
"Allá me quieren mucho y yo los quiero mucho a ellos, así que me gustaría volver. Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas de aquí a allá".
Pero sobre todo, añora jugar en la selección cubana en el IV Clásico Mundial de Béisbol, a disputarse en el 2017.
"¿Jugar por Cuba? ¡120 por ciento! Ojalá se pueda, aunque sabes que eso no depende de nosotros".
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