David Peralta ha ido ganándose de a poco la confianza del alto mando de los Cascabeles de Arizona.
El jardinero criollo comenzó la temporada en doble A, como un jugador que parecía no estar en los planes del equipo grande; pero a punta de batazos se ganó su ascenso, más tiempo de juego y mejores oportunidades, como ser segundo bate en el lineup del mánager Kirk Gibson por ejemplo, cosa que con éxito hizo el jueves, cuando ligó de 5-3, con jonrón, par de carreras anotadas y cuatro empujadas.
“Lo moví hacia arriba en el lineup porque él le ha puesto el bate a la bola y ha estado bastante consistente para nosotros”, dijo Gibson a la agencia AP. “Él es bastante agresivo y jugará donde le pidas que lo haga”, comentó el piloto.
El experimento de Gibson parecía un fracaso, pues Peralta falló en sus dos primeros turnos, uno por la vía del ponche y el otro con un roletazo al cuadro, pero no se desanimó. “Pensé ‘voy a batear la próxima vez’”, indicó el jardinero. “En el próximo turno él (Vance Worley, abridor de los Piratas) me dio un pitcheo que podía batear. Todo mi enfoque está siempre en esperar mi pitcheo, y eso fue lo que hice en ese turno”, explicó sobre un viaje al plato que terminó con jonrón.
Hasta los momentos el venezolano ha brillado: entró al juego de ayer con average de .324 (el más alto entre los jugadores de su equipo con al menos cien viajes al plato), tres cuadrangulares y 11 carreras remolcadas en sus primeros 28 partidos disputados.
Su OPS de .806 es el más alto entre todos los toleteros novatos de la Liga Nacional.
Sin castigos para nadie
El miércoles tanto Gerardo Parra como Martín Prado cometieron error, y casualmente el mánager Kirk Gibson sentó a ambos para el partido del jueves; sin embargo indicó que no se trataba de ningún tipo de castigo. “No hay mensaje que dar. La última noche habían jugadores frustrados, así que le dimos un día de descanso a un par de ellos.
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