AMOR

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Henderson Álvarez se ha hecho un nombre durante los tres años y medio de pasantía que acumula en las Grandes Ligas. Su evolución y crecimiento como lanzador con los Azulejos de Toronto, y ahora con los Marlins de Miami, le valieron este año su primera invitación al Juego de Estrellas. Pero, al mismo tiempo, recibió halagos de sus rivales de los otros equipos.

Durante su encuentro en el Target Field, en Minneápolis, Álvarez se consiguió a los bateadores de élite de la Liga Nacional en la actualidad, a quienes logró dominar en la primera mitad de campaña. Algunos de ellos reconocieron que perdieron la batalla ante el carabobeño en los pasados enfrentamientos.

"Estoy feliz porque no tengo que enfrentarlo todos los meses en mi división. Sus pitcheos tienen mucho movimiento. Él lanza rápido, buenos pitcheos de cambio de velocidad, lanza en las esquinas también.  Es un gran pitcher y tiene muy merecido estar aquí", opinó hace un par de días en las ciudades gemelas, Anthony Rizzo, inicialista de los Cachorros de Chicago al Miami Herald refiriéndose a Álvarez.

Rizzo, justamente, se ha enfrentado en seis ocasiones al venezolano, y en tres de ellas se ponchó. Solo pudo dispararle un incogible en esos choques (.167 AVE ante Álvarez). "Cuando lanzó contra nosotros el mes pasado, lo hizo como si fuera en un video juego", agregó el bateador.

El derecho venezolano arrancará la segunda parte  de la zafra del 2014 con la cuarta mejor efectividad del viejo circuito (2.63) después de 120 entradas de trabajo. 
Freddie Freeman también conformó el equipo de la Liga Nacional en el receso de mitad de temporada y se reunió con Álvarez compartir la experiencia. Sin embargo, y a diferencia de Rizzo, él sí ha descifrado al criollo, al punto de batearle .417 en doce turnos, incluido un cuadrangular y cinco carreras remolcadas.

Pero, aunque el inicialista de los Bravos de Atlanta ha descifrado al derecho de Miami, cree que su rival en la División  Este cuenta con lanzamientos complicados de descifrar para los toleteros que lo retan.

"Él está lanzando hacia la cadera (de los bateadores zurdos) y se mueve hacia el otro lado del plato. Está tocando las esquinas. Este año tiene un cambio devastador", comentó Freeman al mismo diario de Miami. "Pareciera que tuviera dos rectas también. Tiene una a 94-95 y otra a 91, por lo que su cambio está en 86. Definitivamente, aprendió a pitchar. Esa rotación será algo especial en un par de años cuando José Fernández regrese sano".

Justamente ante la ausencia de Fernández por lesión, el valenciano ha encabezado la rotación de los Marlins. Está encaminado a conseguir su primer año con 200 innings (proyecta 207). Si lo logra, igualará lo hecho en 2012, cuando pertenecía a los Azulejos.

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