Los Reales de Kansas City dirán que James Shields comenzó a causar un impacto desde el momento en que ingresó al clubhouse del equipo en la primavera del 2013. El derecho ya había ido a donde los Reales estaban tratando de ir, y entendía que su misión con los Monarcas era ser un líder y poner el ejemplo.
Shields también llegó a Kansas City para ser un caballo de batalla al frente de la rotación. Los intangibles no importan si un lanzador es incapaz de responder el día del juego. Platicaremos sobre eso un poco más adelante.
He aquí algo sobre Shields que es difícil de entender para aquellos que estamos fuera del clubhouse. Algunas veces, probablemente le damos mucha importancia a la química en equipo. Por otro lado, Jack Morris, por nombrar a un ex pelotero de mucha categoría, piensa que no le damos la importancia que merece.
Morris dijo que la química fue parte vital de todos los buenos equipos por los que lanzó. Para mí, ésta es una de las razones por las que cada equipo debería querer adquirir a Shields. Cuando le preguntas a los ex compañeros de Shields acerca de él, casi nunca comienzan por su desempeño en la loma ni cosas así.
Al contrario, te contarán acerca de su ética de trabajo y el ejemplo que pone. Te dirán de qué forma aconseja a los lanzadores jóvenes y les ayuda a entender cómo ser ligamayoristas.
Los Rays afirman que Shields jugó un papel bien importante en la transformación de la franquicia. El ex vicepresidente ejecutivo de operaciones de béisbol de los Rays, Andrew Friedman, y el manager Joe Maddon entendieron casi desde el principio que el derecho aportaba al equipo cosas que no podían medirse.
Todo lo que los Rays han logrado en estos últimos nueve años lleva las huellas digitales de Shields. Cuando Shields fue canjeado después de la temporada del 2012, al coach de pitcheo de los Rays Jim Hickey se le preguntó qué tanto extrañarían al derecho.
"Honestamente, creo que dejó tal ejemplo que lo que él comenzó aquí permanecerá por muchos años", expresó Hickey.
En otras palabras, David Price y Alex Cobb y los demás supieron cómo asumir y aplicar el rol de líder. El gerente general de los Reales, Dayton Moore, percibió ese cambio de actitud desde el momento en que Shields llegó.
Entonces, cuando pensamos en los potenciales equipos con los que Shields podría firmar, ¿dónde podría el derecho causar el mayor impacto? Idealmente, terminaría en un club que esté a un paso de convertirse en contendiente, un equipo que se alimente de las cosas que Shields aporte al clubhouse.
Durante semanas, mucha gente pensó que Shields firmaría con los Gigantes. Parecía ser el indicado para el equipo de la Bahía. Ellos no necesitan a alguien que les enseñe cómo ganar, pero su actitud y enfoque parecen reflejar aquel de Buster Posey, Madison Bumgarner, etc.
Pero con la firma de Jake Peavy, los Gigantes ya cuentan con cinco abridores veteranos. También tienen a algunos jovencitos -- Kyle Crick, Ty Blach y Clayton Blackburn - quienes podrían estar listos para ascender en el 2015.
Los Gigantes incluyeron a cinco novatos en su roster de postemporada el año pasado y estuvieron claramente satisfechos con la producción y energía que estos jovencitos aportaron en el último mes de la temporada.
Entonces, podría haber otros equipos apropiados para Shields. Por ejemplo, los Padres. Tras el tremendo trabajo que el gerente general A.J. Preller ha hecho este invierno, Shields podría ser ese último toque perfecto para una franquicia que no ha jugado en octubre desde el 2006.
Shields podría causar esa clase de impacto con los Azulejos o los Medias Blancas, también con los Marineros y Marlins. También encajaría perfectamente en Arizona, porque reflejaría la ética de trabajo y enfoque que el máximo ejecutivo de béisbol Tony La Russa y el asesor de pitcheo Dave Duncan intentan inculcar en todos los niveles de la organización.
Si existe una preocupación acerca de Shields, tiene que ver con el desgaste, ya que el diestro ha promediado 223 innings en las últimas ocho temporadas. En las últimas cuatro, ha finalizado en segundo, tercero, primero y cuarto lugares en entradas lanzadas en la Liga Americana. También tiene 33 años de edad. Entonces, sí, hay algo de riesgo.
¿Pero saben qué? Los agentes libres no vienen garantizados. Aunque sí, en este momento hay mucha razón para pensar que Shields todavía es capaz de lanzar a un alto nivel.
Desde que arrancó la agencia libre este invierno, Jon Lester y Max Scherzer eran los dos mejores pitchers en el mercado.
Pero Shields no se queda atrás, ya que se trata de la clase de pitcher que puede marcar la diferencia en un equipo entre avanzar a la postemporada y quedar eliminado de los playoffs. Sin importar con qué equipo firme, esto está bien claro: Lo van a adorar tanto por su liderazgo como por su desempeño como lanzador.
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