AMOR

AMOR

La temporada 2012-2013 fue un verdadero pandemónium para José “Cafecito” Martínez. Su permanencia en Tiburones de La Guaira llegó a ser cuestionada, tanto así que el criollo pidió un cambio de aires que, al final, no se le concedió.
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Hoy, la historia es otra. Luego de dar varios tumbos en las últimas dos campañas, en las que promedió para .275 y .231, el primogénito del “Café” Martínez enderezó su rumbo y es ahora una de las figuras de mayor relevancia para el conjunto de La Guaira. 

“Una de las cosas que me ayudó fue seguir trabajando luego de la temporada pasada. Las cosas que pasaron el año pasado fueron el empuje para madurar”, explica el pelotero. “Mi hijo me hizo madurar como pelotero y como persona. Entendí que tengo que brindarle un futuro a mi hijo, y sencillamente, él significa lo que yo haga ahora en el mundo”.

El nativo de La Guaira (Var) se perfila como uno de los mejores bates del equipo litoralense y de la liga en esta contienda 2014-2015 de la LVBP. Con promedio de .318 (170-54) se ubica entre los 10 mejores bates del circuito.

Asimismo, ha demostrado, dentro y fuera del terreno, que aquel muchachito que desempolvó el dorsal 40 en La Guaira no es ya un joven más del montón, si no que ahora es uno de los peloteros más respetables dentro del clubhouse del equipo salado.

“Simplemente fue hacer las cosas diferentes. Siempre quise lo mejor y no estaba conforme con lo que hacía antes. Solamente he pensado bien las cosas que tengo que hacer. En el mismo clubhouse he sido más abierto y enfocado. Mentalmente, ser así me ha ayudado bastante”

Año de aprendizaje
El 2014 fue un año de muchas experiencias para el “Cafecito” Martínez. Luego de disputar 123 juegos en la sucursal AA de Bravos de Atlanta en 2013, el criollo fue dejado libre y tuvo que ir a la Frontier League con el equipo Rockford Aviators.

Allí, dejó buenos números (.337 de promedio), lo que le hizo regresar al beisbol organizado con Atlanta y en Clase A Avanzada, ligó para .319 con cuatro jonrones y 34 remolcadas. 

Ahora está a la espera de un contrato que le garantice volver  a la pelota estadounidense. “Todo este año ha sido muy importante para mí. Comenzó difícil, pero espero que termine bien”, destacó Martínez, quien confía que dentro de dos años podría dar el salto a las grandes ligas. “Quiero ser grandeliga. Me doy dos años para llegar y demostrar quién es el hijo de “Café” Martínez”. 


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