Ese fue el tercer título del conjunto de San Francisco en los últimos cinco años, puesto que se habían coronado en 2010 (vs Rangers) y 2012 (Tigres).
El triunfo en el último partido fue para el zurdo Madison Bumgarner (3-0), elegido MVP (Jugador Más Valioso) del Clásico de Otoño.
Fue también el octavo trofeo histórico de Serie Mundial para los Gigantes, contando los que ganó cuando pertenecían a Nueva York.
Además, la novena californiana se convirtió en el quinto equipo que gana la Serie Mundial después de entrar a los playoffs como comodín.
Si cierto es que los Gigantes pusieron la cereza al pastel en el pasatiempo nacional, los Reales no se quedaron atrás.
Los sorprendentes Reales, que entraron a los playoffs también como comodines, escribieron una página de gloria esta postemporada con balance de 8-0, una racha-récord en las Mayores.
Los Reales se convirtieron en el segundo equipo de expansión en llegar a tres Series Mundiales, con un título en el Clásico de Otoño de 1985.
Solo han sido superados por los Mets de Nueva York, que lo hicieron en cuatro ocasiones (1969, 1973, 1986 y 2000).
Antes de la Serie Mundial, las Grandes Ligas vivió momentos memorables con la despedida de uno de los grandes de este deporte: el fantástico Derek Jeter.
Jeter, el ‘Gran Capitán’ de los Yankees de Nueva York, fue el mayor referente del conjunto que guarda en su vitrina 27 títulos de Serie Mundial.
En el último partido de su equipo, como ironía de la vida, Jeter, de 40 años, se despidió en el Fenway Park de Boston, sede de los archirrivales de la novena de la Gran Manzana.
Jeter se marchó con su hit número 3.465, sexto en la lista histórica en ese departamento.
Como un jugador completo desde la gorra hasta los spikes, Jeter siempre presentó en el terreno sus dotes de excelente fildeador, robador de bases, jugador inteligente y bateador de poder y promedio.
Todo eso, y pertenecer a una de las organizaciones más poderosas, le dio como resultado acumular 3.456 hits, incluidos 260 jonrones, 1.310 impulsadas, 1.923 anotadas, 358 bases robadas y un promedio histórico de .309 de average en 2.747 partidos.
En la defensiva, Jeter, quien participó en 14 Juegos de Estrellas con el equipo de la Liga Americana, también logró cinco Guantes de Oro y conquistó cinco Serie Mundiales con los Yankees.
Los jugadores latinoamericanos continuaron haciendo de las suyas en el mejor béisbol del mundo al llevarse varios premios.
Uno de los más relevantes fue el de Novato del Año en la Liga Americana, que se lo agenció el cubano José Abreu, pergamino que otorga la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos.
El toletero cubano, de 27, bateó en la campaña anterior .317 y encabezó a los novatos de Grandes Ligas en jonrones (36), impulsadas (107), hits (176), dobles (35), anotadas (80) y slugging (.581).
El receptor boricua Yadier Molina, de los Cardenales, recibió su séptimo Guante de Oro consecutivo en la Liga Nacional, seguido de otros galardonados con dicha distinción como el mexicano Adrián González, el dominicano Juan Segura y el cubano Nolan Arenado.
Molina se ha convertido en uno de los jugadores más premiados en la última década. Solamente sucompatriota Iván Rodríguez, con 13, y Johnny Bench, con 10, han sido los únicos receptores con más Guantes de Oro.
El inicialista mexicano Titán González, de los Dodgers de Los Angeles, fue galardonado con su cuarto Guante de Oro y el primero desde el 2011, mientras que el curazoleño Andrelton Simmons, de los Bravos de Atlanta, capturó el segundo consecutivo.
Por la Liga Americana fueron premiados el receptor venezolano Salvador Pérez (Reales) y el también cubano Eric Hosmer (Reales).
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