Magallanes tuvo una de las rotaciones más sólidas durante octubre y noviembre (EFE de 3.73). Pero en diciembre, las deserciones hincharon la efectividad de los abridores carabobeños a 5.28. Solo Chris Leroux y David Martínez sobrevivieron al slump colectivo. En el caso del canadiense, su inmunidad se debió a los efectos de su sinker.
“He lanzado mi sinker y he forzado muchos rollings. Ese pitcheo ha sido la clave, junto con lanzar strikes”, dijo el escopetero, que ayer debía realizar su última apertura contra Cardenales de Lara. “Ese envío se mueve en el plato y así he forzado rodados. Claro, a veces los batazos van a los huecos, pero puedo decir que he tenido suerte”.
Leroux amaneció ayer con 1.17 de efectividad en 15.1 innings, repartidos en tres aperturas. En ese período, ponchó a 11 rivales y otorgó 4 boletos.
Fue una gran diferencia a la efectividad de 6.61 que dejó en República Dominicana con Toros del Este, después de permitir 17 hits (incluidos 3 jonrones) y 12 carreras limpias en 16.1 entradas de labor.
“No hay mayor diferencia entre lo que hice allá y lo que he hecho aquí”, aseguró el derecho. “Solo que allá tuve dos innings malos, en los que me dieron dos jonrones de tres carreras. Eso fue todo”.
Su participación con Toros del Este terminó prematuramente debido a que tuvo que resolver asuntos personales en Toronto. Una vez solucionados, recibió una llamada de la gerencia del Magallanes y no dudó en aceptarla.
Ahora Leroux piensa en regresar para el round robin, y el gerente deportivo de Navegantes del Magallanes, Luis Blasini, también.
“Estamos trabajando en eso. Luis está tratando de convencerme”, informó el escopetero. “No sería mala idea descansar, pero si me propone un buen número, volveré”.
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