David Robertson (Getty)
SAN DIEGO -- David Robertsonencajaría perfectamente en los Astros en tantas maneras que sería difícil ver que esta contratación no se haga realidad.
Es posible que en estos momentos Robertson no esté de acuerdo con esto. No se trata solamente de un cambio de ambiente -- el ir de los Yankees a los Astros -- se trata de un cambio radical. Es pasar de un club con las mayores expectativas a un conjunto que está cerca de alcanzar otro nivel.
Los Astros necesitarían convencer al cerrojero que están a punto de mejorar. Están cerca, pero no hay nada garantizado. Cuando un equipo promedia 104 derrotas en un trecho de cuatro años, es difícil ver el lado positivo.
Pero sí se puede ver la luz al final del túnel. Houston decidió hace tres años comenzar de cero. Pensaban que no llegarían lejos con un roster lleno de veteranos y un sistema de Ligas Menores mediocre.
Ya comienzan a dar la vuelta. Mostraron una mejoría de 19 juegos en el 2014. Ya cuentan con mejores piezas en su sistema de liga menor.
Lo impresionante también es que Houston observó una variedad de jugadores en su roster del equipo grande para tratar de identificar cuáles piezas se quedarían en el equipo.
Los abridores Dallas Keuchel y Collin McHugh son dos de aquellos muchachos. El relevista Tony Sipppuede ser otro.
El intermedista venezolano José Altuve ha surgido como una estrella, un brillante jugador que puede ser visto como la cara del club. Altuve es importante porque, aunque todo comienza con los triunfos, es bastante importante tener jugadores que llamen la atención de los fanáticos.
La temporada pasada los seguidores de los Astros tuvieron otra prueba de lo brillante que puede ser el futuro con el maravilloso debut del jardinero George Springer y sus 20 jonrones en 78 encuentros.
Houston espera tener otro flujo de talento en los próximos dos años cuando el torpedero puertorriqueño Carlos Correa, el lanzador Mark Appel y otros cotizados prospectos lleguen a la Gran Carpa.
El gerente general Jeff Luhnow tendrá que completar la construcción del roster al agregar poder y experiencia, además de otras cosas.
Robertson encaja. Es posible que los Astros tengan que pagar más de la cuenta para adquirirlo, pero no sería un problema. Después de no ver ganancias por la transmisión de sus juegos por televisión la campaña pasada, su nuevo contrato les pagará US$57 millones por temporada.
El cerrojero mejoraría drásticamente un bullpen que en el 2014 tuvo una efectividad de 4.80, la peor en las Grandes Ligas. Nada desmoraliza más a un joven club que el dejar escapar ventajas a finales de los juegos. Houston tiene brazos de calidad para que pueden prepar la mesa, pero no serían de mucho valor si no pueden conseguir los últimos tres outs.
Robertson también brindaría liderazgo. Su trabajo con los Yankees fue solamente lanzar en el noveno episodio. Derek JeterBrian McCann y otros estaban encargados de las cuestiones del ambiente en el clubhouse y la mentalidad del equipo.
En los Astros, la ética de trabajo y profesionalismo de Robertson sería muy importante para un club que arranca de cero. En Altuve, el lanzador Scott Feldman y el receptor Jason Castro, Houston ya cuenta con jugadores que marcan la diferencia, pero no se trata solamente de talento. Se trata de actitud, perseverancia y la mentalidad competitiva.
Robertson, de 29 años de edad, dio la cara como cerrador un año después de la partida del panameño Mariano Rivera y consiguió 39 rescates en 44 oportunidades. El gerente general de Nueva York, Brian Cashman, no ha dudado en elogiar el trabajo de Robertson y todavía podría convencerlo que renueve con los Bombarderos.
Muchos especulan que Robertson esté buscando un contrato similar al del taponero de los Filis,Jonathan Papelbon -- cuatro años y US$50 millones. El contrato fue otorgado después de la temporada del 2011 y fue una cantidad sin precedentes para un cerrador en aquel entonces. Pero los mercados siempre cambian.
Uno de los motivos es por las necesidades y circunstancias. A los Astros les gustaría contar con Robertson por lo que traería al bullpen para las últimas entradas y al clubhouse.
Pero Houston también buscaría demostrarle a sus aficionados que los malos momentos han quedado en el pasado y que la franquicia está en un rápido ascenso.
Está claro que Robertson tiene otras opciones, pero los Astro parecen estar dispuestos a hacer una mayor inversión. Si no logran firmar al derecho, continuarían observando sus otras alternativas entre los relevistas.
Pero Robertson sería el hombre indicado en el momento indicado.