SANTO DOMINGO. El hombre que un día fue acusado de altanería en las Grandes Ligas, que se no iba a los juegos cuando los Medias Rojas de Boston más lo necesitaban, que usaba el cabello largo y la ropa ancha, y aquel que se negaba hablar con los periodistas porque decía: “mi bate habla por mí”.
Se trata de Manny Ramírez, quien, ahora que su bate ya está mudo para hablar por él, debe hacerlo con su boca.
Golpeados por los errores del pasado (acusado de usar sustancias controladas y problemas con su esposa), hay un Manny lleno de humildad y que su vida dio un giro de 180 grados al encontrar su fe cristiana.
Aunque todavía no habla habiertamente con la prensa, este video muestra al hombre que bateó.312, conectó 555 platanazos, 1,831 remolcadas y 2,574 imparables dando autógrafos y compartiendo con los fanáticos en el Estadio Quisqueya el pasado domingo en el encuentro de lasÁguilas Cibaeñas y los Tigres del Licey.
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