AMOR

AMOR

Toda ofensiva pasa por un bajón colectivo. Durante una temporada, sea en Grandes Ligas o en los circuitos del Caribe, la merma ofensiva termina agarrando a los equipos tarde o temprano.

A los Navegantes del Magallanes les sucedió en las dos últimas campañas y terminaron salieron campeones. La novedad en esta 2014-2015, a menos que sea prolongada, es que llegó temprano en la zafra y no durante noviembre. En esta ocasión no tienen la ventaja en victorias que en aquellas ocasiones.

Los bates bajo el mando de Carlos García no han terminado de arrancar. Producir rayitas y hacer rallys a través de batazos con hombres en posición anotadora fue tarea pendiente en sus primeros diez encuentros en la campaña.

En esa primera decena de compromisos, tuvieron récord de 4-6, ocupando la quinta posición de la tabla. Pero su artillería viajó ayer a Puerto La Cruz para enfrentar a Caribes, con la ofensiva más débil del circuito en sus días iniciales. Eran, hasta ayer, últimos en average, jonrones conectados, porcentaje de slugging y carreras anotadas. 

De ahí lo complicado de conseguir victorias y la presión que empiezan a meter los propios fanáticos.

"Es difícil, pero se puede hacer. Ahí está el talento. Tenemos los peloteros para hacerlo y en los últimos días, se han bicho mejoras. Los últimos dos o tres años, teníamos el bajón en noviembre, empezando diciembre. Esperamos que, cuando salgamos de este (slump) no veamos más para atrás", comentó Mario Lissón hace un par de noches.

Afortunadamente para la nave, ya tienen de regreso a Ramón Hernández, uno de sus bateadores más oportunos de la zafra anterior. Además, el "Almirante" recibió a Jake Opitz, el zurdo que pedía entre tanto bateador derecho.

"Cuando uno está perdiendo, todo se magnifica. Hay que tratar de simplificar las cosas y dar ánimo, crear momentos para buscar cosas buenas", agregó Lissón, que tiene en su bate parte de ese cambio.



0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Top