LOS BRAVOS SE HAN CONVERTIDO EN UN HOSPITAL

 Molestias físicas de diferentes calibres han estado a la orden del día entre piezas del conjunto insular desde que comenzó la temporada. Ni el mánager Henry Blanco ha estado a salvo de caer en la sala de emergencias en la que se ha convertido el clubhouse margariteño. “En este momento hay varios peloteros con dolor de garganta, pecho, congestiones y virus, hay algunos posibles casos de chinkungunya”, aseguró Michael Sandoval, tráiner del conjunto.

En el estadio Guatamare en la isla se han tomado las correspondientes medidas preventivas, según indicó Carlos “Gasolina” Ledezma, también integrante del grupo de tráiners neoespartano. “Se fumigó dos veces, la última fue la semana pasada, aquí se han tomado todas las medidas, se les ha dicho a los jugadores que tomen previsiones, que consuman bastante líquido, que se laven las manos, pero siempre se viaja y uno no sabe dónde podrían enfermarse”.

La ausencia del piloto Henry Blanco fue un duro golpe para los insulares; no obstante, él estuvo siempre al tanto de todo lo que ocurría. “Fue difícil no tener a la cabeza del grupo aquí presente, pero tenemos un buen grupo de coachs, con una muy buena comunicación, comenzando por el mánager (Gene Glynn), y la cosa ha funcionado hasta ahora. Henry no estuvo presente, pero estaba al tanto de todo lo que sucedía en el terreno”, aseguró Walter Miranda, instructor de lanzadores de Bravos.

Precisamente, los pitchers son los más afectados por esta oleada de padecimientos, lo que ha hecho cuesta arriba la planificación diaria de todo el cuerpo técnico.

Para Miranda, los dolores de cabeza comenzaron desde la jornada inaugural. “Desde el primer día se han estado enfermando los muchachos; además, han sido pitchers clave del equipo, nosotros contamos con ellos y ha sido bien difícil. Los juegos que hemos ganado han sido bien estresantes, pero tenemos otro grupo de muchachos jóvenes que han estado disponibles y listos para la competencia”.

Para el coach colombiano, el talento del cuerpo de relevistas insulares ha sido clave. “El que esté disponible para ese día, ese día lo lanzamos al ruedo y esperamos que nos ayude. Ellos están dispuestos, pero reemplazar a un abridor es bien difícil por la cantidad de lanzamientos que tienen; un relevista no puede hacer ese trabajo”. 

Entre las bajas actuales están los lanzadores criollos Carlos Monasterios y Luis Ramírez, además del foráneo James Houser.

El cuerpo técnico insular aseguró que el equipo cuenta con buenos brazos que tendrán que pulir, listos para recibir el chance, pero con cautela, a fin de no frenar su desarrollo. “Tenemos a Alexis Tapia, un muchacho de 19 años, que está con la organización de Minnesota. Es un prospecto para mí, tiene buen brazo, buen físico. Tenemos que ser bien precavidos en cómo usarlo y en qué momento traerlo”, expresó Miranda.