“Eso ha sido una deficiencia”, lamentó el estratega, quien ayer utilizó a Luis Núñez como primer bate y Jake Optiz como segundo; y Mario Lissón, que habitualmente había sido tercero o cuarto en el orden, cayó al quinto peldaño.
García cree que buena parte del slump colectivo ha sido debido a esa incapacidad de asignar roles definitivos en la parte alta del lineup. Lew Ford, Ronny Cedeño, el propio Núñez y hasta Francisco Martínez han sido probados sin suerte como abridores de la artillería.
“No hemos tenido un Endy Chávez, un Ezequiel Carrera, que son primer bate naturales”, lamentó el “Almirante” sobre los grandeligas a quienes espera para la segunda parte de la temporada. “Ellos trabajan la cuenta, trabajan al pitcher. Tienen buen porcentaje de embasado y sabemos que le dan presión al pitcher cuando están en las bases, y los obligan a cometer errores contra nuestros bateadores”. García todavía no ha encontrado eso en la plantilla que ha manejado en los primeros trece juegos de la temporada.
Y cuando parecía que finalmente había resuelto el problema con Lew Ford, el estadounidense se contagió con el virus que ha afectado al resto de los bateadores, y se ausentará.
“Nada es perfecto. Estamos en un slump colectivo, así que el que tenga mejor porcentaje de embasado bateará de primero”, aseguró el estratega, que asomó la posibilidad de un importado que cumpla ese rol. “Sé que Luis (Blasini, gerente deportivo) no se duerme. Él está buscando mejores opciones para nosotros”. La nave procura carburar a tiempo para enderezar el camino.
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