AMOR

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La temporada de José Altuve trasciende su nacionalidad o el loable hecho de sobresalir en MLB con 1,66 metros de estatura. Lo que ha hecho el aragüeño este año está muy cerca de igualar el dominio que estableció Ichiro Suzuki en 2001, cuando irrumpió en las Grandes Ligas como Jugador Más Valioso de la Liga Americana. 

“Batea de todo”, lamentó el mánager de Rangers de Texas, después de ser víctima de los cuatro hits que conectó el camarero de Astros de Houston, el domingo. 

Altuve, de 24 años de edad, encabeza las mayores en juegos con más de un hit (56). Eso le ha permitido erigirse como el líder en imparables en las mayores (189) y lo proyecta hacia una temporada que no se ha visto desde la sorprendente ópera prima de Suzuki.

Aquel año de 2001 tuvo como protagonistas de impacto al japonés y a Albert Pujols, ambos Novatos del Año en la Liga Americana y la Nacional, respectivamente. 

El jardinero nipón lideró ese año el joven circuito en hits (242), robos (56) y average (.350), los tres departamentos que acaudilla Altuve. 

“Él nunca regala turnos, y es grandioso verlo que tenga el tipo de temporada que ha tenido”, dijo Bo Porter, que hasta ayer trabajó como mánager de los Astros de Houston. 

Altuve amaneció en la cima de los departamentos de average (.336) y hits (189); y sus 49 estafas encabezan el departamento de robos de la Liga Americana. 

Una prospección de esos guarismos sugiere que terminará la zafra como el primer pelotero del joven circuito que combina 200 incogibles y 50 escamoteos en una contienda, desde Suzuki en 2001. 

“Le tiras pitcheos quebrados y los espera y después los jala hacia su banda”, detalló asombrado Washington. “Le tiras rectas afuera y se va hacia la otra banda. Conecta la pelota por todo el terreno. Nunca trata de hacer más de lo que puede hacer”. 

Esa destreza le ha permitido establecerse como el mejor bateador de la Liga Americana en una temporada dominada por los lanzadores. El promedio de imparables en juegos de Grandes Ligas este año es de 8,58, el más bajo desde 1972, la campaña que precedió la aparición del bateador designado. 

Altuve parece ajeno a esa dictadura de pitcheo. Apenas en su cuarta temporada, el camarero parece encaminado a convertirse en el tercer bateador que conquista una corona de bateo antes de celebrar su 25° cumpleaños. 

“Es un muy buen bateador”, alabó Washington. “Por eso es que lidera este deporte”.

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