AMOR

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El zurdo Edwin Escobar se acostó la noche del viernes con la mente puesta en la apertura que realizaría ayer con la filial triple A de los Gigantes, pero fue despertado por una llamada en la que le advirtieron que sería cambiado de club, algo que le confirmaron una hora más tarde: San Francisco lo envió a Boston, junto a Heath Hembree, por el lanzador Jake Peavy. 

“No lo esperaba, pero ya estaba un poco al tanto, pues sabía que el equipo estaba buscando hacer cambios e intuía que podía estar en uno de ellos. Para mí es una nueva oportunidad, y la debo aprovecharla al máximo”, comentó.


De inmediato, Escobar fue asignado a la sucursal triple A de los Medias Rojas, un club que está a 10,5 juegos del liderato del Este de la Americana y que, seguramente, probará a varios novatos al final de temporada. “Hay buenas expectativas. Será una nueva experiencia conocer a la gente y el equipo. Será un reto muy bonito. Debo sacarle provecho a esta oportunidad que me están brindando”, indicó el varguense. “Es bastante notable que necesitan pitchers en la organización; de hecho, en la mañana conversé con uno de los gerentes de Boston y me dijo que me recibieron porque esperan que los ayude en las Grandes Ligas. Para mí será un honor estar ahí”, agregó.

Actualmente Escobar tiene marca de tres victorias y ocho derrotas, con 5.11 EFE.

Esperaba subir en la bahía
Durante el pasado spring training se especuló bastante sobre el posible ascenso de Edwin Escobar con los Gigantes de San Francisco. El propio lanzador estaba al tanto de los comentarios y esperaba hacer el grado este mismo año. “Sabía que en algún momento me podían llamar al equipo grande porque estaba en el róster de 40”, mencionó el zurdo, quien mantiene el deseo de estrenarse cuanto antes en las mayores. “El sueño y el empeño son los mismos. Las ganas de trabajar están ahí. Ya será con nuevos colores, pero con la misma ambición”, mencionó antes de incorporarse al Pawtucket, filial triple A de Boston.

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