Omar Vizquel empieza a ser un inmortal en el beisbol. El caraqueño será exaltado al Salón de la Fama de los Indios de Cleveland, esta tarde, durante los actos protocolares del encuentro que disputará la tribu frente a los Tigres de Detroit, equipo donde el criollo hace vida como coach de primera base.
La ceremonia será en el Progressive Field, sede de los aborígenes y donde Vizquel hizo lucir su magia en el campocorto, entre 1994 y 2004. “Estoy emocionado porque no muchas veces a un pelotero lo integran a este grupo selecto de personajes que han estado en un equipo por mucho tiempo. Es algo bastante difícil de lograr, por eso, para mí es un orgullo muy grande que los Indios me hayan incluido ahí”, dijo el homenajeado, a través del hilo telefónico.
Con los Indios, el venezolano se estableció como uno de los mejores jugadores de la posición seis en las mayores, al punto de haber ganado hasta ocho Guantes de Oro utilizando el uniforme rojo y azul de la tribu. “Yo viví mi mejor etapa con este equipo. Fue donde me desarrollé como pelotero y, verdaderamente, los dos años de las Series Mundiales (1995 y 1997) y todos esos playoffs que nosotros jugamos fue lo que hizo consolidarme como un buen campocorto en las Grandes Ligas”, agregó.
Precisamente, de las 11 temporadas jugadas por Vizquel en Cleveland, en seis ocasiones los Indios pasaron a la postemporada. Fueron los mejores años para la divisa desde 1948, zafra en la que ganaron su último título. “Ese equipo siempre fue un grupo muy unido y familiar. No puedo hablar de un pelotero en particular, pues disfruté de la compañía de cada uno de ellos. Kenny Lofton, Charles Nagy, Sandy Alomar, Jim Thome y Albert Belle (que pronto deben estar en ese Salón de la Fama) fueron la columna vertebral de ese conjunto”, recordó el ahora técnico de Detroit.
Pero, no solo el juego unió a Vizquel con Cleveland. Por más de una década en la ciudad, el caraqueño tuvo tiempo para desarrollar otros aspectos de su vida. “En Cleveland hice demasiados amigos, comí buenos platos, disfruté de lugares muy especiales e hice mucho arte. Es una ciudad de gente trabajadora; no hay muchas diversiones como en Los Ángeles, Chicago o San Francisco, pero tiene calidad de personas que quieren salir hacia adelante. Aquí conocí un grupo de gente buena, con la que todavía mantengo amistades. Inclusive, mis dos hijos (Nicolás y Keili) nacieron en esta ciudad y es algo que me ata mucho a ella”, concluyó.
Cooperstown no lo inquieta
Será en 2018 cuando Omar Vizquel aparezca por primera vez en las papeletas para ser electo al Salón de la Fama de Cooperstown, el que inmortaliza a las figuras emblemáticas de la MLB. No obstante, el caraqueño considera que este gesto de los Indios lo puede ayudar mediáticamente en ese gran reto. “Quizá estos sean unos primeros pasos y despierte interés en alguna gente para que voten por mí. No es algo que me vuelve loco o pierdo sueño al pensar en ello; la gente habla mucho de eso, pero verdaderamente que me mencionen como un posible candidato es algo que me emociona mucho y me llena de orgullo”, afirmó.
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