AMOR

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Omar Daal, Ugueth Urbina, Ramón García, Wilson Álvarez, Julio Machado, Felipe Lira y Tony Armas Jr. son algunos de los lanzadores venezolanos que enfrentaron a Tony Gwynn, miembro del Salón de la Fama de Grandes Ligas, quien falleció este lunes a la edad de 54 años víctima de cáncer. 

El ganador de ocho títulos de bateo en la Liga Nacional dedicó todas sus veinte temporadas de servicio en las mayores al equipo de Padres de San Diego.

“Todos los pitchers de ese entonces sabíamos el tipo de bateador que era Tony, era un pelotero con un potencial increíble”, comentó el expitcher criollo Tony Armas Jr.

“La única vez que me enfrenté a él fue en San Diego, creo que lo puse en dos strikes, eso fue foul tras foul. Él sabía lo que hacía y defendía la zona, al final le dejé un pitcheo alto y me dio una línea por encima del short”, rememora Armas, quien militó con los extintos Expos de Montreal, Nacionales de Washington, Piratas de Pittsburgh y Mets de Nueva York.

A Felipe Lira le conectó un hit en un turno según la página web de Baseball Reference; sin embargo, el actual coach de pitcheo de la Liga de Novatos de Medias Blancas de Chicago lo niega. “No recuerdo que me haya dado un hit, hasta donde yo tenía entendido lo había dominado”, sentenció desde el otro lado de la línea telefónica.

“Eso fue en 1997 o 1998, yo estaba con Seattle, recuerdo que fue un interliga y fuimos a San Diego”, acotó.


A juicio de Armas, Gwynn era un toletero con una excelsa destreza. “Creo que su éxito se basaba en el reconocimiento de la zona de strike, era un bateador estilo Barry Bonds. Tenías que arrojar pitcheos muy perfectos para que se los cantaran en strike”, manifestó. “Él sabía lo que hacía y defendía la zona, era un profesional, fue uno de los mejores”, prosiguió.

“Era un caballo, afortunadamente, cuando yo lo agarré ya estaba viejito”, bromeó Lira. “Era impresionante cómo bateaba ya en la última etapa de su carrera. Tenía una prominente barriga, pero la gente lo respetaba igual, yo muy poco puedo hablar de él porque estaba en la Liga Nacional. Me parece que era un pelotero tipo Paul Molitor, ese que hace contacto independientemente de lo que le lances”, aseveró.

“Era ese tipo de bateador que se pone muy defensivo ante cualquier pitcheo que le tires. Como era zurdo tenía una habilidad extraordinaria, no era de esos que trataba de halar la bola o buscaba siempre un jonrón”, reflexionó el hijo de Antonio Armas. A donde sea que se haya ido, Gwynn estará seguramente conectando hits como una regadera, su mejor cualidad, una que quedará para el resto de las generaciones.

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