AMOR

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"Pelota pequeña". Dependiendo de cómo vean el béisbol, ese es un término que trae recuerdos de mejores días o que para otros es una frase anti intelectual que hace que se le erize la piel. Hay espacio para ambas interpretaciones, pero poco se puede argumentar de que durante la mayor parte de la pasada década, ese es un tipo de béisbol que ha ido desapareciendo. A medida que ha aumentado el poder de los cuadrangulares y el pensamiento avanzado ha explicado el valor de no regalar outs, el tipo de jugadas que tradicionalmente se asocian con la "pelota pequeña" -- el robo de bases, los toques de sacrificio, etc. -- han aparecido gradualmente menos y menos.
Pero el béisbol está cambiando una vez más, con la ofensiva en su menor expresión en varios años -- o en algunos casos, décadas. Hasta el jueves en la mañana, los equipos promediaban 4.19 carreras por juego, casi una carrera menos del promedio máximo de la década de los 2000, que fue de 5.14, y la tasa de ponches va en ritmo para implantar un record por sexta temporada seguida, ya que actualmente está en un 20.6 por ciento. Los cuadrangulares han bajado a un promedio de 0.88 por juego, que no solo es el más bajo desde 1992, sino que está ligeramente por encima del promedio de la década de los 50, que fue de 0.84.
Ya que la ofensiva es más difícil de conseguir, el valor de una simple base o de una carrera ha aumentado. Los managers ya no pueden sentarse a simplemente esperar por un cuadrangular de tres carreras, como solían hacer en el pasado reciente. Si se hacen las cosas de forma astuta -- y esa es la clave aquí -- algunas de las tácticas más tradicionales pueden tener más importancia hoy en día que antes, y podemos ver que algunos de los equipos que están teniendo éxito en el 2014 están haciendo exactamente esto.
Tocando de la manera correcta
Lo siento, fanáticos del toque de sacrificio; ustedes no van a encontrar ningún favor aquí. Con raras excepciones, sigue siendo una jugada que ampliamente es mal utilizada en muchos casos más allá de cuando un lanzador está bateando.
Dicho esto, el tocar para un hit puede ser útil cuando se hace de la forma correcta, como cuando la defensiva está posicionada lejos o si están en formación especial.
Luego de transcurrido aproximadamente una quinta parte de la temporada, los Nacionales ya tienen 15 hits en toques. Eso es una cantidad superior a lo que seis equipos consiguieron en toda la temporada 2013, y apenas estamos en la segunda semana de mayo. Solo dos equipos desde el 2002 se las han arreglado para conseguir 54 hits en toques; al ritmo que llevan, los Nacionales podrían lograr 75.
Más impresionante aún, los Nacionales lo han estado haciendo de forma efectiva. Desde el 2002, los Indios de Cleveland del 2008 se mantienen como el equipo con la tasa más alta de conversión de toques en hits, con un 45,8 por ciento. Excluyendo los equipos del 2014 que tienen menos de siete hits en toques, la tasa de los Nacionales de 48,4 por ciento sería la más eficiente de los últimos 12 años. El nuevo manager Matt Williams ha dicho que aunque él toma la decisión de hacer sacrificios desde la banca, los jugadores tienen la habilidad de tocar por su cuenta si es que la defensiva se los permite; Danny Espinosa, quien tiene un porcentaje de embase de .236 en las últimas dos temporadas, se ha aprovechado de esa libertad al conseguir de forma exitosa siete hits en toques, la mayor cantidad en el béisbol.
Robando bases con éxito
Aunque el robo de bases ha sido parte del béisbol desde hace más de un siglo, no era tan importante en la era dorada del béisbol en los años 50 como muchos gustan recordar; los ocho menores totales de robos por juego fueron en esa década. Luego de un pico a finales de los años 80 (0.87 robos por juego), el robo de base descendió de forma estable al punto que llegamos el año pasado, en el que se veía un robo de base en un partido sí y otro no, o casi la misma tasa que teníamos en 1973. Eso ha aumentado un poco este año, pero en general, los equipos no están utilizando el robo de bases tanto como solían hacerlo.
Lo que ellos están haciendo es esto: robando bases de forma más inteligente. El porcentaje de atrapados en intento de robo de este año está apenas por debajo del 25 por ciento, el más bajo en la historia, y con menos riesgo, algunos equipos están utilizando esto de buena forma. Los líderes en este departamento ahora mismo: los Atléticos de Oakland, quienes tienen una tasa de éxito del 88 por ciento, al robarse 23 bases y con apenas tres atrapados.
Aunque Coco Crisp es su ladrón principal, él no es exactamente Dee Gordon o Billy Hamiltontampoco. Diez jugadores diferentes de los Atléticos se han robado al menos una base -- la segunda mayor cantidad en todo el béisbol -- y Oakland se ubica tercero en wSB (bases robadas sopesadas por sus siglas en inglés), una métrica que compara las oportunidades de robo de bases contra el promedio de la liga. Los Atléticos no tienen necesariamente corredores demasiado habilidosos, porque se ubican pobremente en extrabases, y la estadística de FanGraphs de "Ultimate Base Running" (Corrido Último de Bases, pero cuando hablamos de robo de bases, ellos escogen sus oportunidades y no las desaprovechan.
Llevándose lo que puedan
Bajo "Runnin' Ron" Roenicke, los Cerveceros consiguieron la segunda mayor cantidad de intentos de robos del 2012 al 2013, así que quizás no sea sorpresa que ellos lideren el béisbol con el mayor porcentaje de bases adicionales tomadas -- por ejemplo, ir de primera a tercera con un sencillo -- con un 52 por ciento, muy por encima del promedio de 40 por ciento. El manager de los Cachorros de Chicago Rick Renteria se dio cuenta a finales de abril, al decir, "Si uno lanza mal una pelota, ellos van a tomar la base extra. Ellos siempre andan buscando tomar la base adicional".
El modo agresivo de correr en las bases va de la mano con la filosofía ofensiva del equipo, ya que en la actualidad lideran la Liga Nacional en porcentaje de abanicadas en el plato con 49,5 por ciento y lideran el béisbol con abanicadas al primer lanzamiento. Por supuesto, el correr de forma salvaje no siempre termina bien -- ningún equipo en el béisbol ha sido atrapado más veces en intento de robo que Milwaukee, con 12. Pero el robo de bases es un tipo de habilidad diferente a tomar la base adicional, y los Cerveceros de Roenicke se ha dado cuenta del beneficio que trae ese tipo de corrido de bases más que cualquier otra novena.
Lo crean o no, aquí les paso un dato interesante: Cincinnati, a pesar de tener en sus filas al veloz Hamilton, solo toman bases adicionales en apenas el 29 por ciento del tiempo. Si se mantiene ese ritmo, ese sería el número más bajo para un equipo en este siglo, y solo uno de los muchos problemas que agobian a los Rojos, quienes apenas superan a cinco equipo en carreraje.

Por supuesto, nada de esto se debe confundir con la idea de que la "pelota pequeña" está de vuelta. Los equipos han aprendido demasiado a lo largo de los años sobre lo que constituye un béisbol inteligente como para volver a los días de los intentos de robos de bases con poca probabilidad de éxito y los toques de bola que acaban por derrotar a un equipo. Incluso en los días en los que los equipos se celebraban por ganar utilizando esos métodos, era algo usualmente secundario ante otros aspectos más importantes en el juego. (Los Medias Blancas del 2005, que ganaron el campeonato, son un gran ejemplo, ya que muchos los alaban por ser un equipo de "pelota pequeña" a pesar de haber conectado 200 jonrones y tener una racha sin precedentes de buena salud con sus lanzadores.)
Pero a medida que el ambiente de anotar carreras cambia, las estrategias también deben cambiar. Hasta ahora, estos equipos están haciendo las cosas un poco mejor que sus competidores.

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