Martín Pérez aseguró que desde que despertó este viernes por la mañana tenía el presentimiento de que sería un gran día para él.
Pérez blanqueó durante nueve entradas y pelota de tres hits a los Medias Blancas de Chicago White Sox, que fueron apaleados 12-0 por los Vigilantes de Texas, frente a 40,621 personas en el Global Life Park de Arlington.
"Desde que llegue hoy temprano le dije a (Alexi) Ogando y Joakim (Soria) que descansarán, que les daba el día libre porque hoy no iba a ser necesario que pitchearan", dijo Pérez, de 23 años. "Desde que me levanté de la cama dije que me sentía bien del brazo, me sentía fuerte".
El venezolano lanzó su segundo partido completo en Grandes Ligas, primero con blanqueada, que fue aún más especial porque sus padres estaban en el estadio.
Ogando, Soria y el resto de los relevistas deben estar contentos también. Pérez dio descanso a un bullpen que la noche anterior había trabajado seis entradas y un tercio en el triunfo sobre Seattle, en el último de la serie.
"Nos dio exactamente lo que necesitábamos", dijo el manager Ron Washington. "Ese es el Martín que espero ver cada vez que sale a lanzar. Es capaz como pocos".
"Hoy (viernes) mantuvo la bola bajita todo el tiempo", añadió. "Los obligó a hacer contacto e hizo outs rápido. Atacó, estuvo agresivo".
Pérez comentó que su mejor pitcheada fue el sinker, que vio desde la entrada inicial funcionar bien, poco mejor que el cambio.
Al abridor de Chicago, Felipe Paulino (0-2) le pegaron 13 hits y 10 carreras en sólo tres entradas y dos tercios, además de que regaló tres bases por bolas e igual pochó a una tercia.
El jardinero puertorriqueño de los Rangers, Alex Rios, pegó tres hits, produjo dos carreras y anotó otras tres; el cubano Leonys Martín conectó su primer cuadrangular, empujo cuatro anotaciones y se quedó a un doblete de completar el ciclo.
"Hoy es uno de esos días en que todos nos sale a la ofensiva y defensiva", confesó Ríos. "Jugamos buena pelota y nos mantuvimos concentrados todo el partido".
El receptor venezolano Robinson Chirinos pegó su segundo jonrón de la temporada entre sus tres hits, y el novato Jim Adduci igual se despachó con tercia de imparables. Y la más reciente revelación, Kevin Kouzmanoff, atizó dos hits para alargar a nueve su racha de imparables consecutivos, la tercera más larga para cualquier pelotero de la historia en el comienzo de su etapa con los Rangers.
"Yo de cualquier manera siempre traté de mantenerme concentrado y pensando que el juego estaba empatado o que estábamos perdiendo", dijo Pérez. "Si algo he aprendido aquí, es que hay que ver cada día pitcheada y cada inning como si fueran los únicos".
Pérez (3-0, 1.85) completó su labor con ocho ponches, la mayor cantidad desde que debutó en Grandes Ligas la campaña anterior y sólo regaló un ponche.
"Estoy trabajando duro todos los días para llegar hasta este nivel", mencionó Pérez. "Quiero ser un pitcher consistente que tira más de cinco, seis innings y ganarse el respeto de sus compañeros y de los rivales, de los otros equipos, que sepan que uno es un pítcher de buena calidad".
Los Rangers ganaron su cuarto partido consecutivo y se colocaron tres partidos arriba de la marca de .500 por vez primera en la temporada, al dejar su marca en 6-2 en la actual estancia de 10 partidos en casa.
Para los Medias Blancas fue su peor paliza de la temporada y su tercera derrota consecutiva.
Este sábado, ambos equipos jugarán el segundo de la serie. Los Rangers enviarán a la loma al abridor Colby Lewis(0-1, 6.75) y los Medias Blancas a José Quintana (1-0, 2.37).
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