Yasiel Puig ha vivido en una pasarela en los últimos 22 meses. Pero para llegar hasta este punto vivió una pesadilla, estuvo secuestrado en su camino a los Estados Unidos, extorsionado, y en la actualidad el caso es conocido en la justicia.
El viaje de Puig de Cuba a México en junio de 2012, según declaraciones hechas en documentos en tribunales estadounidenses y en entrevistas detalladas, había sido suscrito por un criminal de poca monta de Miami, llamado Raúl Pacheco, que estaba en libertad condicional por intento de robo y posesión de una identificación falsa.
Por cada día que pasaba sin que los contrabandistas recibieran el pago, aumentaban el precio de Puig en US$15,000 o US$20,000. Las llamadas entre México y Florida se hicieron cada vez más furiosas.
De acuerdo con la revista Los Ángeles Magazine, Pacheco había acordado pagarles a los contrabandistas que llevaron al jugador de Cuba a México US$250,000; Puig, después de firmar un contrato, le debería el 20 por ciento de sus ingresos futuros a Pacheco.
En la declaración se afirma que Puig pagó entre US$$400,000 y US$500,000 a Alberto Fariñas, el vicepresidente de la compañía de Pacheco T&P Metal, y US$600,000 a un abogado de Miami, Marcos González. En total, el jardinero habría pagado US$1,3 millones del contrato de US$42 millones que logró con los Dodgers.
Pero Pacheco no habría cumplido con los contrabandistas, que incluso llamaron a la madre de Puig para amenazarla de quemarle la casa en Cuba.
Cada vez que los contrabandistas levantaban su teléfono satelital para llamar a Miami, Pacheco parecía no poder o no querer cumplir con sus exigencias. No estaba claro si estaba engañando a los contrabandistas para no darles su dinero, o si los contrabandistas lo estaban estafando.
POR: DIARIO LIBRE
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