Nicaragua ha tenido una presencia discreta en el béisbol de Grandes Ligas desde 1976, cuando el primero y más destacado jugador de dicho país, Dennis Martínez, debutó en la Gran Carpa con los Orioles de Baltimore.
Un total de 12 nicaragüenses han militado en equipos de las Mayores, incluyendo tres activos ahora mismo: Erasmo Ramírez, Everth Cabrera y Wilton López.
Después de Martínez—líder de todos los tiempos en victorias entre los lanzadores latinoamericanos con 245—los que más impacto han causado en el mejor béisbol son Vicente Padilla, Marvin Bernard y Cabrera, quien ahora mismo trata de restablecerse como torpedero de los Padres luego de ser suspendido a raíz de su vínculo con la Clínica Biogénesis.
De su parte, Ramírez parece tener posibilidades de ser uno de los ligamayoristas más destacados de la tierra de Miguel Larreynaga. Proyectado como el tercer abridor de los Marineros para el 2014 (y segundo mientras se ausente el japonés Hisashi Iwakuma), el derecho pretende poner el alto el nombre de Nicaragua.
“La idea mía es demostrar que en mi país también hay atletas, hay calidad, hay deportes, hay jóvenes que pueden dar mucho”, nos dijo Ramírez, quien ha tenido una excelente actuación en la Liga del Cactus con Seattle. “Me alegra de que en los últimos años se haya estado firmando a muchos peloteros, tanto lanzadores como bateadores”.
En países y territorios como la República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, Panamá y México, hay muchos ídolos que seguir, incluyendo exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown. Pero en Nicaragua no tanto—básicamente el nombre de Martínez, autor de un juego perfecto en 1991, tiene un “monopolio” en ese sentido entre sus compatriotas.
“Siempre escuché de Dennis Martínez”, dijo Ramírez al tocársele el tema. “Él siempre fue quien tuvo los mayores años en Grandes Ligas”.
El diestro de Seattle pretende forjar una identidad propia como nicaragüense, siendo el jugador número 11 de su país en pisar un terreno de Grandes Ligas. No desestima ni menosprecia a los pioneros nica que han jugado en las Mayores, sino que quiere que cada uno brille con luz propia.
“La idea ahora es que ellos mismos pongan en su mente, ‘Yo soy yo’, sin importar un ídolo”, expresó Ramírez sobre los aspirantes a pelotero profesional de su país. “Siempre hay un punto de referencia, pero cada uno es diferente”.
En el 2014, Ramírez tiene la oportunidad de empezar a dejar huella en Grandes Ligas como lanzador y, de paso, poner el ejemplo para sus compatriotas.
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