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| Carlos Carrasco |
El grupo incluye a José Lobatón, que será suplente de Wilson Ramos, pero todos los demás tendrán un papel protagónico en sus equipos, incluyendo al propio Ramos, catcher titular de los Nacionales.
El mejor salario correspondió a Gerardo Parra, con más de 6 millones de dólares, a pesar de que en principio será el cuarto jardinero de los Cerveceros. Necesita que ocurra un imprevisto con Ryan Braun, Khris Davis o Carlos Gómez para jugar a diario.
Es en apariencia injusto que Parra, dos veces ganador del Guante de Oro, deba esperar una oportunidad en la banca de Milwaukee. Pero es posible que esté con otro equipo a más tardar en un año, porque nadie tiene tanto dinero para pagar a un jugador de la reserva.
El grupo incluye bates prometedores. Por primera vez, Francisco Cervelli y Alexi Amarista serán regulares, como receptor y campocorto de los Piratas y los Padres, respectivamente, y Luis Valbuena asoma como el dueño de la tercera base de los Cachorros.
La suerte de los tres está en sus propias manos. No son indiscutibles, pero en la medida en que muestren sólida defensa y, sobre todo, producción ofensiva, se abrirán espacio.
El grupo de lanzadores es lo más interesante, pues incluye a los abridores Henderson Álvarez, Félix Doubront, Yusmeiro Petit, Carlos Carrasco y Jhoulys Chacín.
Petit todavía no tiene lugar fijo en la rotación de los Gigantes. Dependerá de lo que pase con Tim Lincecum.
Doubront y Chacín enfrentan retos especiales. El zurdo disputará su primera zafra a tiempo completo en la Liga Nacional, como abridor de los Cachorros. El segundo buscará recuperar su estatus como número uno de los Rockies, un lugar privilegiado que perdió por las lesiones.
La élite entre quienes evitaron el arbitraje esta semana está formada por Álvarez y Carrasco.
Álvarez es candidato a abrir el juego inaugural de los Marlins, a pesar de la llegada de Mat Latos y Dan Haren. Miami tiene un equipo renovado, que aspira a dar el golpe en su división, pero todavía echa de menos al operado José Fernández.
El cubano se rehabilita, tras ser sometido a la cirugía Tommy John, lo que abre paso nuevamente al venezolano. Pero no es un simple relevo forzado lo que ocurre allí.
El carabobeño todavía debe demostrar que lo de 2014 no fue casualidad, pero viene de una campaña brillante, en la que estuvo entre los líderes de efectividad y en la que únicamente las dolencias físicas impidieron que cerrara entre los principales ases de la liga.
Carrasco es el caso más seductor. Los Indios han esperado por él durante más de un lustro. Finalmente, floreció como un dominante relevista el año pasado y brilló en la segunda mitad del torneo como abridor de la tribu.
Hubo un tiempo en que Cleveland soñó grandes cosas con el larense. La falta de consistencia postergó esas expectativas. Hoy, el derecho se erige como la principal enseña en el grupo de venezolanos que firmaron entre jueves y viernes, y que forman la punta de lanza de la generación de relevo de la expedición nacional en las Grandes Ligas.
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