SAN MIGUEL. La comunidad de San Miguel de Manoguayabo, recibió con alegría y júbilo la noticia de que un hijo salido de sus entrañas, Pedro Martínez, se convirtiera ayer en el segundo dominicano en abrir las puertas del Salón de la Fama de Cooperstown.
Las calles de esta populosa comunidad se vieron adornadas por la felicidad de sus habitantes, tras escuchar oficialmente que “Enyo”, como es conocido allí, era parte de los exaltados.
Desde antes de que se conociera el anuncio, los familiares y amigos de Martínez iban llegando a la casa materna donde residen sus hermanos, y donde Pedro pasa la mayoría de su tiempo cuando está en el país.
Además, los niños de la Fundación Pedro Martínez y hermanos hicieron acto de presencia con un desfile con pancartas, globos, consignas y banderas.
“Él me ha enseñado todo en la vida, especialmente el trabajo, ha sido todo para mí. Siento un orgullo muy grande, espero lograr todo lo que él ha hecho como pitcher”, explicó Marcos Ortega hijo de crianza de Martínez, desde los dos años de edad, acerca del reconocimiento de su padre.
“Como persona, padre y amigo, ha hecho muchas cosas conmigo y también con la comunidad eso es lo que nos queda, dejarle saber que no nosotros sentimos alegría tras su llegada al Salón de la Fama”, declaró el ex lanzador Dennny Bautista, quien es primo de Martínez.
“Desde pequeño amó la pelota, yo lo guié en sus primeros pasos. Ramón, su hermano, lo impulsó, y le dijo tú tienes que seguir y llegar, él fue su motor de arranque. Nunca le ha llenado los ojos el dinero a Pedro”, reveló Porfirió Herrera, primo hermano de Martínez.
Eduardo Minaya, quien reside en San Miguel, y cargaba en sus manos trompeta y güira uniéndose a la celebración, expresó que aunque había mucha gente que decía que el dominicano no entraría al Salón de la Fama, su fuerza y voluntad demostraron que era posible.
“Él es un hombre ejemplar, nos ha tratado bien a todos con cariño, he aprendido muchas cosas de Pedro”, reveló Luimery Gómez, niña que es parte de la fundación que comanda Martínez.
Por Yamell Rossi Jenis
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