AMOR

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Nueve años después de que los Medias Rojas de Boston le rompieran el corazón, Hanley Ramírez ha regresado oficialmente a su franquicia original.

Aunque el dominicano se convirtió en una estrella después de que Boston lo envió a los Marlins a cambio del puertorriqueño Mike Lowell y Josh Beckett el 24 de noviembre del 2005, siempre le dolió seguir a su ex equipo desde la distancia.

Ramírez tenía 16 años de edad cuando Boston lo firmó como un pelotero amateur en su natal República Dominicana. Ahora está a punto de cumplir 31 años y se dijo emocionado por moverse al jardín izquierdo, una posición que nunca ha jugado como profesional.

Los Medias Rojas firmaron a Ramírez a un contrato por cuatro años y US$88 millones que incluye una opción otorgada para un quinto año que podría elevar el valor del pacto a US$110 millones. La firma del dominicano fue una de dos contrataciones "bomba" que los Medias Rojas hicieron simultáneamente la semana pasada y que también incluyo al venezolano Pablo Sandoval (cinco años y US$95 millones).

En la pantalla gigante del Fenway Park apareció una foto del toletero dominicano con la leyenda "Los Medias Rojas le dan de nuevo la bienvenida a Hanley Ramírez".

"Ha pasado mucho tiempo", reflexionó Ramírez. "Recuerdo el 2005 cuando fui cambiado, realmente me sentí decepcionado. Las cosas se dieron para ambas partes. [Los Medias Rojas] ganaron un par de títulos de Serie Mundial. Yo no he ganado ninguno, pero para eso estamos aquí".

La decisión de moverse del campo corto a los jardines no fue nada difícil para Ramírez tomando en cuenta que se trataba de reunirse con los Medias Rojas.

"Algunas veces tienes que verte en el espejo y ver lo que puedes hacer para ayudar a un equipo a ganar", dijo el quisqueyano. "Hablé con mi gente, y ellos me dijeron, 'Tú puedes jugar en cualquier lugar. Dios te otorgó ese talento de poder jugar en cualquier parte del terreno'. Al principio simplemente dije, 'OK', pero después de que ellos se fueron me senté y medité al respecto, y luego me dije a mí mismo, 'Sí, sólo quiero ganar'".

Dustin Pedroia y el dominicano David Ortiz son los únicos peloteros que aún permanecen en el club desde aquel momento en que Ramírez fue enviado a los Marlins.

"Dustin Pedroia me llamó", relató Ramírez. "Me dijo, 'Felicidades. Arregla todo. Yo tengo dos anillos. Tú no tienes ninguno. Quiero ganar más'. Esas pequeñas cosas son las que te dan ánimo, y te ayudan a mejorar cada día".

Ramírez no pudo ocultar la nostalgia que sentía en ese momento.

"Esta es mi casa", exclamó Ramírez, quien jugó sus dos primeros partidos de Grandes Ligas con los Medias Rojas al final de la campaña del 2005 antes de ser canjeado.

"Estoy bien feliz de regresar a Boston, y espero finalizar mi carrera aquí".

Ramírez, quien pasó los últimos dos años y pico con los Dodgers, tiene números ofensivos de por vida de .300/.373/.500 y ciertamente era uno de los bateadores de más calibre en la agencia libre. El toletero de 30 años de edad y tres veces convocado al Juego de Estrellas batalló con las lesiones la pasada campaña pero se las arregló para batear .283/.369/.448 con 13 vuelacercas y 71 carreras remolcadas en 128 juegos.

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