El término “oferta calificada” debe causarle pavor a Nelson Cruz. También a Ervin Santana.
Con miras a la temporada de 2014, los dos dominicanos rechazaron contratos de US$14.1 millones y un año. Ambos querían contratos multianuales. Los meses transcurrieron hasta llegar a fines de febrero, con los campos de entrenamientos a punto de abrir, y ninguno tenía equipo.
Cruz, un bateador designado y jardinero derecho que venía de purgar una suspensión de 50 juegos por dopaje, acabó aceptando un contrato con los Orioles de Baltimore por un año y 8 millones de dólares, muy por debajo de la oferta calificada que los Rangers de Texas le habían ofrecido en noviembre.
Santana había descartado la oferta de los Reales, pero no tuvo otro remedio que firmar con los Bravos de Atlanta con los mismos parámetros propuestos por Kansas City. Atlanta se apuró en fichar al pitcher derecho y renunciar a una selección de primera ronda en el ‘draft’, luego que sus abridores Kris Medlen y Brandon Beachy debieron someterse a operaciones reconstructivas del codo.
Ahora, al abrirse la agencia libre para 2015, Cruz y Santana vuelven a las mismas al recibir respectivas ofertas calificadas”de Baltimore y Atlanta, esta vez por US$15.3 millones. Son parte de un grupo de 12 agentes libres que entran en la categoría.
Ninguna de las 22 “ofertas calificadas” presentadas después de las últimas dos temporadas ha sido aceptada.
Tras las experiencias vividas por Kendrys Morales y Stephen Drew, que firmaron contratos muy avanzada la campaña, y luego tuvieron un desastroso desempeño ofensivo, de repente alguien decida aceptar la oferta y evitarse riesgos.
Cuando un jugador rechaza la oferta calificada y firma un contrato con otro club antes del “draft” en junio próximo, su equipo anterior recibe una selección en ese reclutamiento al final de la primera ronda.
Los equipos atesoran esas selecciones y ponderan con recelo si por determinado agente libre vale la pena para desprenderse de una. Los Robinson Canó y Carlos Beltrán no se vieron afectados el año pasado, pero el asunto fue distinto con Santana. El dominicano es visto como un buen pitcher para complementar una rotación, pero sin la consideración de ser alguien por la que se deba sacrificar un futuro prospecto.
Tenga por seguro que la oferta calificada será punto de discusión en las negociaciones del próximo contrato colectivo, a entrar en vigencia en 2016. ¿Debería establecerse que un jugador no reciba una oferta calificada en años consecutivos? ¿Por qué los jugadores traspasados durante el curso de la temporada no entran en esa categoría?
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