El último recuerdo que Mitch Lively tiene de Maracaibo no es bueno. Pero será allá cuando se estrene el ganador del premio Pitcher del Año de la campaña pasada, mañana, irá contra Águilas del Zulia.
“La última vez me dieron duro, así que espero que esta vez me vaya mejor”, dijo sonreído el lanzador derecho, que ayer se reportó a Navegantes del Magallanes, apenas pocos días después de casarse.
Esa apertura que Lively aún lamenta fue el 18 de enero, y Águilas le conectó 5 hits y le anotó 5 carreras en apenas 1.1 innings de labor monticular. Fue una gris despedida para el pitcher que dejó 1.70 de efectividad en las 10 aperturas que hizo con el Magallanes durante la ronda regular.
Ahora el serpentinero, de inusual mecánica de pitcheo, abrirá el juego del mañana con ánimos de cobrar el daño encajado en aquella oportunidad.
Sin embargo, el objetivo principal de Lively no es derrotar al Zulia y vengar lo que le hicieron. Lo que en realidad el californiano quiere es darle el tercer anillo seguido al Magallanes y complacer a una afición que lo cautivó.
“Quiero luchar para darle el tercer campeonato en fila a este equipo”, dijo el espigado lanzador. “También regresé porque amo esta organización. Además, me gustan los aficionados. Esto no se consigue en Estados Unidos. En realidad no hay muchos lugares mejores para lanzar que este”.
Con Lively no todo es verbo. El derecho enfrentó a bateadores en Estados Unidos, mientras afinaba los últimos detalles de su reciente boda. Y por eso llegó en forma para lanzar una sesión de bullpen ayer, de 41 pitcheos. “Se vio muy bien”, evaluó el coach de pitcheo del Magallanes, Roberto Espinoza. “Está listo para abrir el domingo (mañana)”.
“Me siento bien en este momento”, agregó el lanzador. “Me pondré fuerte a medida que avance la temporada, pero mi brazo está fuerte y estaré mejor cada semana. Ojalá pueda lanzar 5 innings con 70 pitcheos el domingo (mañana)”, finalizó el norteamericano.
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