AMOR

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Un día después de convertirse en el bateador con más jonrones en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Eliézer Alfonzo reveló cuál es su próximo hito personal.

“¿Qué viene ahora? Bueno, espero llegar a 150 jonrones. Sería un buen número y una meta difícil de alcanzar para cualquier otro pelotero”, enfatizó el Matatán, poco antes del encuentro entre Bravos y Tiburones el estadio Universitario.
El sábado, pescó un envió del derecho Anthony Lerew y lo envió sobre la barda del jardín izquierdo del estadio José Bernardo Pérez, para elevar 125 sus cuadrangulares en la LVBP, cifra que dejó atrás el récord que ostentó Robert Pérez (124), de Cardenales de Lara.
“Nunca pensé que pudiera lograrlo. Solo era un muchacho cuando veía jugar a Antonio Armas, después a Robert Pérez y Alex Cabrera. En aquel momento no pasó por mi mente que llegaría a ser el número uno de los jonrones”.
Alfonzo inició la temporada con 121 vuelacercas y desde la 2013-2014, después de despachar 10 bambinazos, comenzó su gesta personal en pos de la importante marca.
“Me preparé a conciencia. Antes de la temporada me sometí a un programa de acondicionamiento físico y perdí entre 10 y 11 kilos”, reveló Alfonzo, que tuvo que lidiar con un slump y una virosis hace apenas una semana.
“Estaba ansioso. Quería sacar la bola del parque. Eso me afectó y una gripe bastante fuerte. Pero estoy bien. Todo el mundo ha visto la explosión que he tenido. La ansiedad se fue. Estoy en un buen momento”.
En sus últimos 5 partidos, antes del encuentro hoy en el universitario, sumaba 3 estacazos de vuelta completa con 10 empujadas.
Ahora, Bravos debe conectarse para que la chispa de Alfonzo inicie una reacción que saque al equipo de la difícil situación en la que está sumido.
“Necesitamos recuperar confianza y salir a divertirnos al terreno”, puntualizó el slugger. “No podemos bajar la cabeza apenas nos anotan dos carreras. Hay que luchar todos los outs desde el primer inning. Trato de compartir mi experiencia. Gané un campeonato con Caribes y dos con Magallanes. Así que les trasmito las cosas positivas a los muchachos. El año pasado lo hice con Rougned Odor y llegó a las grandes ligas. El que no comete errores o no se ponche es quien no sale al terreno. Hay que levantar cabeza”.
Si logra insuflarle a sus compañeros el espíritu combativo que le ha caracterizado a lo largo de su trayectoria en el circuito y llegan las victorias, el camino que recorrerá en pos de sus metas personales será menos pedregoso.


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