NUEVA YORK - Con cinco pies y seis pulgadas en el media guideoficial, José Altuve es el pelotero de menos estatura física en las Grandes Ligas ahora mismo.
Pero en la caja de bateo este año, el venezolano fue grande.
El domingo, el segunda base de los Astros selló con broche de oro su campaña histórica al amarrar el título de bateo de la Liga Americana para convertirse en el primer pelotero de la franquicia que logra dicha hazaña.
Además de encabezar la Gran Carpa con un promedio de .341, Altuve terminó en el primer lugar entre ligamayoristas con 225 hits. Con su batazo número 211 el 16 de septiembre, impuso un récord de la franquicia de hits para una temporada. Cuatro días después de eso, sonó su imparable 217 para quebrar la marca de Magglio Ordóñez de indiscutibles de un venezolano en una campaña.
Altuve y su compatriota, el bateador designado de los Tigres Víctor Martínez, disputaron el título de bateo del Joven Circuito hasta el último día de la temporada. Altuve comenzó la jornada con promedio de .340 - una ventaja de tres puntos sobre Martínez - y prevaleció al irse de 4-2 en la derrota de Houston ante los Mets en Nueva York.
"Estoy bastante contento por esa competencia tan bonita que tuvimos", dijo Altuve al referirse a Martínez. "Siempre hablamos por mensajes [de texto], nos deseamos lo mejor y en verdad él es tremenda persona".
Altuve no estuvo en la alineación original de los Astros para el último partido de la temporada - una decisión que el equipo había tomado para conservar su promedio - pero al final, fue incluido.
La última palabra la tuvo Altuve, aseguró el manager interino de Houston, Tom Lawless. El dirigente opinó que haberse quedado en la banca no le hubiese quitado méritos, ya que el intermedista tuvo pocos respiros durante la temporada.
"Traté de darle días libres, pero no los quiso", afirmó Lawless, quien tomó las riendas del club el 1ro de septiembre. "Entonces, jugó en 158 de los 162 partidos - eso demuestra un gran carácter".
Ser campeón de bateo fue una de las tres metas que el coach de bateo de los Astros, John Mallee, trazó para Altuve durante los entrenamientos de primavera. El venezolano reconoce que dicho objetivo le pareció algo exagerado en aquel entonces.
"Nunca había bateado .300 en Grandes Ligas, así que me parecía que no sería fácil, pero gracias a Dios las cosas salieron bien", dijo Altuve, quien también logró las otras dos metas que le propuso Mallee: Demostrar más disciplina en la zona de strike y ser convocado al Juego de Estrellas.
Altuve también encabezó las Grandes Ligas con 69 partidos con dos hits o más y 24 juegos con al menos tres imparables. Terminó en el primer lugar en la Americana con 56 bases robadas.
Lawless considera que los logros de Altuve en el 2014 son una inspiración para los demás jugadores jóvenes del club.
"'Si él lo pudo lograr, yo también. Esa es la mentalidad'", dijo Lawless.
Altuve atribuye su éxito a un nuevo programa de entrenamientos que realizó en el invierno. Afirma que trabajó "más duro que en años anteriores" y que tiene previsto retomar el mismo régimen durante esta temporada baja.
El oriundo de Maracay dice estar emocionado por su futuro inmediato - formará parte de un conjunto de estelares de Grandes Ligas que disputará una serie de exhibición contra una selección de Japón en dicho país en noviembre - y a largo plazo, ya que califica como "brillante" el futuro de los Astros.
Tras terminar con marca de 51-111 en el 2013 - la peor temporada en la historia de la franquicia - Houston tuvo una foja más respetable de 70-92 este año. Dicha mejoría, más el desempeño individual de algunos de sus compañeros, tiene entusiasmado a Altuve.
"Nos (motiva a) seguir trabajando fuerte para meternos en los playoffs", expresó.
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