Aunque luzca contraproducente, Manny Ramírez encontró en los Cachorros de Chicago la forma para regresar al béisbol, mientras que su compatriota Sammy Sosa, quien brilló con los Cachorros, se mantiene en el exilio.
El presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros, Theo Epstein, fue quien trajo a Ramírez a los Cachorros, aún siendo el más sufrido, cuando Manny en Boston hacía sus travesuras.
Quizás fue por el agradecimiento de ayudarlo a ganar dos títulos de Serie Mundial con los Medias Rojas.
Los equipos de otros jugadores señalados en esteroides al igual que Sosa participan de sus festejos.
Los Medias Rojas acaban de ingresar a Roger Clemens en su Salón de la Fama la semana pasada. Los Gigantes invitaron a Barry Bonds a participar como instructor en los entrenamientos de primavera.
Mark McGwire, quien admitió haber usado esteroides, hizo la gira de medios y ahora trabaja como instructor de bateo de los Dodgers de Los Ángeles.
Sin embargo, el propietario de los Cachorros, Tom Ricketts, no invita a nada a Sammy Sosa.
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