AMOR

AMOR

El recurso de la tecnología del video para aclarar dudas de algunas situaciones que se producen en el juego desde esta temporada no tiene carácter retroactivo, lamentablemente.

Si fuera así, este lunes estaríamos celebrando cuatro años del juego perfecto de Armando Galarraga, en lugar de lamentar un nuevo aniversario de la lamentable sentencia del umpire Jim Joyce.

Con dos outs en el inicio del noveno inning, Jason Donald, campocorto de los Indios de Cleveland, conectó rolling hacia la derecha del inicialista Miguel Cabrera.

El antesalista de Tigres, Brandon Inge, pegó un salto de emoción al tiempo que los jardineros Don Kelly y Austin Jackson arrancaron a correr para unirse a la celebración en la lomita, mientras que Gerald Laird y el resto de la cueva bengalí se disponían a invadir el terreno para celebrar con Galarraga.

Pero la apreciación de Joyce como auxiliar de primera base cambió toda la historia del que ha debido ser el vigésimo segundo juego perfecto en la historia de las Grandes Ligas.


Ni Tigres ni los miles de aficionados que se encontraban en Comerica Park, y mucho menos los miles de aficionados que aquella noche del miércoles 2 de junio de 2010 seguían el juego en Venezuela a través de la TV, podían creer que Galarraga entró a tiempo a primera para recibir la pelota que le pasó Cabrera.

El único que vio a Donald llegar quieto fue Joyce, aunque la repetición de la televisión mostró que estaba equivocado, una falla honesta, como diría más tarde y en medio de algunas lágrimas Joyce al ofrecer declaraciones en el vestuario de los árbitros. 

“Ha sido la peor jugada que he decretado”, 
señaló un emotivo Joyce, “y le costó a ese muchacho un juego perfecto”.

Siete lanzamientos antes de la fatídica sentencia, Austin Jackson había realizado una atrapada espectacular en el centerfield, la mejor jugada del partido, sobre batazo de Mark Grudzielaneky, y Mark Redmond había roleteado por segunda para entregar el out 26 y colocar a Galarraga a las puertas de una histórica hazaña, de la cual no quiso ser testigo el señor Joyce.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Top