AMOR

AMOR

Josh Beckett comenzó a hablar sobre el lanzar un juego sin hit en el cuarto inning, ignorando todas las supersticiones tradicionales y de paso puso nervioso a su cátcher.
Su dominio era tal que no se distrajo con cábalas.
Beckett lanzó el primer juego sin hits de su estelar carrera y en el primero de las mayores esta temporada, al conducir el domingo a los Dodgers de Los Ángeles a la victoria 6-0 frente a los Filis de Filadelfia.
Hace un año, la carrera de Beckett peligraba por una condición nerviosa que generó un entumecimiento en la mano con la que tira.
Sin embargo, hoy, fue simplemente dominante.
"Estuve bromeando al respecto porque estaba esperando que conectaran un hit", dijo Beckett. "No piensas en este punto de tu carrera que vas a lograr algo así. No siento que mi repertorio sea lo suficientemente bueno para eso. Tal vez soy tan exigente conmigo mismo como cualquiera".

Beckett recetó seis ponches, concedió tres boletos y nunca estuvo cerca de que le conectaran un hit. Todo ante una alineación que incluye a dos ex ganadores del premio al jugador más valioso, además de cuatro peloteros que han acudido al Juego de Estrellas.
Ponchó al cinco veces seleccionado al Juego de Estrellas, Chase Utley, con un strike cantado para terminar el encuentro.
Con 128 pitcheos, el derecho de 34 años tiró el primer juego sin hits en las mayores desde que el venezolano Henderson Álvarez lanzó uno para Miami ante Detroit en el último día de la campaña de 2013.
"Es muy especial. Se necesita contar con una gran defensiva, un poco de suerte y ejecutar tus lanzamientos cuando lo necesitas", dijo Beckett. "Estábamos contra un buen equipo bateador que uno no toma a la ligera".
Beckett mezcló una agresiva recta con una curva engañosa que mantuvo a los bateadores fuera de balance durante un lapso en el que retiró a 23 enemigos en fila. Lanzó el primer juego sin hit de los Dodgers desde que Hideo Nomo venciera a Colorado en el Coors Field en 1996, y el 21 en la historia de la franquicia. Sandy Koufax tuvo cuatro de ellos.
"Sabía desde temprano que tenía algo especial", dijo el receptor Drew Butera. "Yo era un manojo de nervios desde el cuarto inning, cuando dijo que nunca había mantenido uno tanto tiempo. Es un tipo que se mantiene relajado y no quería que nadie más pensara sobre el tema".
Beckett se convirtió en el primer lanzador visitante que consigue un juego sin hits en Filadelfia desde que Bill Stoneman de Montreal superó a los Filis el 17 de abril de 1969.
Todas las jugadas defensivas en apoyo a Beckett fueron de rutina. Domonic Brown fue el out más complicado, al conectar una línea que el jardinero izquierdo Carl Crawford atrapó a la carrera cerca de la franja de advertencia en la quinta entrada.
En julio pasado, se le removió una costilla a Beckett debido a una cirugía de síndrome del opérculo torácico, para arreglar una condición que afectaba su brazo derecho. Tuvo marca de 0-5 con 5.19 de efectividad en ocho juegos desde 2013.
Beckett (3-1) comenzó la campaña en la lista de lesionados con una lesión en el pulgar, generando más dudas sobre su efectividad una vez que volviera a un equipo con expectativas de postemporada.
"Solo quería ayudar al equipo", comentó. "Siempre quieres ser parte de la solución, no del problema".
Beckett fue el jugador más valioso de la Serie Mundial de 2003 con los Marlins, coronando la temporada con una blanqueada de cinco hits en el decisivo sexto juego en el Yankee Stadium.

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