El Real Madrid afronta la vuelta de octavos de final de Liga de Campeones con la tranquilidad que le permite el contundente 1-6 firmado en el Veltins-Arena, que convierte la vuelta en un trámite en el que Carlo Ancelotti podrá hacer rotaciones pensando en el decisivo clásico liguero frente al Barcelona.
La contundencia de la segunda máxima goleada de una eliminatoria de Liga de Campeones permite al Real Madrid medir esfuerzos en una semana importante en su lucha por títulos en el primer año de Ancelotti. El técnico italiano realizará muchos cambios en su once y ha pedido máxima seriedad a los titulares. Una victoria con buena imagen la considera la mejor forma de llegar al clásico.
El Real Madrid, equipo más goleador de la actual Liga de Campeones, quiere firmar su cuarto pase consecutivo a cuartos de final, olvidados aquellos años enlazados, hasta seis, en los que no se superaban los octavos. Lo hará con un equipo con novedades. Se perfilan titulares Varane y Coentrao en defensa, Illarramendi en la medular y Ancelotti confirmó la presencia de Isco Alarcón, Jesé y Morata.
La ausencia de Karim Benzema, por un fuerte golpe que no le impedirá estar ante el Barcelona, da la oportunidad a un jugador como Álvaro Morata, que ha dejado de contar y que ya piensa en una salida para la próxima temporada con importantes ofertas del extranjero.
Estará en ataque junto al insaciable Cristiano Ronaldo, que batió el récord de goles, con nueve, de la fase de clasificación y que sigue sumando con su doblete de la ida de octavos. Junto a Sergio Ramos y Luka Modric serán los únicos titulares indiscutibles que comiencen el encuentro en un Santiago Bernabéu al que acudirá una afición que saborea un dulce momento.
Pese al resultado de la ida el objetivo madridista es claro, enlazan 30 partidos sin perder, y Ancelotti está a solo cuatro del récord histórico marcado por Leo Beenhakker. La historia también corre de su parte. Tras fulminar la 'maldición alemana' en Gelsenkirchen, de local en 25 partidos ante equipos alemanes sólo perdió dos (19 victorias y cuatro empates).
Mientras, el Schalke llega al duelo contra el Real Madrid sin esperanzas de pasar a octavos y con el único objetivo de hacer una presentación decorosa en su despedida de la Liga de Campeones.
"Lamentablemente el 1-6 de la ida ha ensombrecido la buena temporada que hemos hecho. Por eso es importante que la última imagen que quede de esta participación en la Liga de Campeones sea positiva", dijo el capitán Benedikt Höwedes.
Sin embargo, pese a que el duelo en Madrid es una cuestión de honor, es claro que en estos momentos para el Schalke la Bundesliga y la lucha por la clasificación directa a la próxima edición de la Liga de Campeones tienen prioridad.
El director deportivo, Horst Heldt, ha dicho que espera que el entrenador Jens Keller logre una mezcla adecuada mañana, en la que reserve a algunos jugadores de cara al próximo compromiso de la Bundesliga y sin embargo tenga en el campo a un equipo que pueda hacer una presentación digna.
En Alemania se cree que Keller optará por dejar fuera del equipo titular a jugadores claves como Klaas-Jan Huntelaar, que regresa al Santiago Bernabéu y rompió la racha de récord de Iker Casillas en la ida, o Kevin Prince Boateng, pensando en los compromisos de la Bundesliga. Además faltará por lesión otra pieza clave del conjunto alemán, el peruano Jefferson Farfán.
Alineaciones probables:
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Coentrao; Illarramendi, Modric, Isco; Jesé, Cristiano Ronaldo y Morata.
Schalke: Fährmann; Hoogland, Höwedes, Matip, Kolasinak; Goretzka, Neustädter; Obasi, Meyer, Draxler; y Szalai.
Árbitro: Sergei Karasev (RUS).
Estadio: Santiago Bernabéu
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