Álex Cabrera no ha dejado de ser noticia desde la campaña pasada, en la que se convirtió en el primer triplecoronado de la LVBP, impuso el récord de 21 jonrones y ganó el Más Valioso. Sin embargo, no han sido solo buenas informaciones las que se han generado alrededor del “Samurái”. Este año ha sido vinculado a consumo de sustancias en México -todavía tiene abierta la demanda contra la Comisión Nacional de Cultura, Física y Deporte de ese país- y este año recibió una sanción de cinco juegos por un impasse que tuvo con un directivo de la liga.
- ¿Qué es lo mejor que le ha ocurrido este año?
La dicha más grande fue haber jugado un completo en esta liga. Yo siempre lo dije, si Dios me permitía jugar una temporada así, rompería el récord (De 20 jonrones de Baudilio Díaz en 1979-1980). Hice lo que debía hacer. No lo esperaba, pero es la recompensa por mi trabajo.
- ¿Siente que su hazaña cayó bien en el público?
A mucha gente le ha alegrado y a otros no. Yo hago las cosas por los fanáticos. Ellos tienen que disfrutarlo. Sin la afición no hay beisbol. Por eso los respeto. Nunca he tenido un inconveniente con un fanático. Si yo gano, ganamos; si logro, logramos. La gente ha reído y hay hasta a quien se le han salido las lágrimas conmigo, pero también hay gente que no le ha gustado. Pero así es la vida: hay buenos o malos y yo los respeto a todos.
- Pero, en la mayoría de los estadio lo abuchean ¿Eso le molesta?
Siempre lo han hecho. Ya no le paro. Si ellos pagan una entrada es porque vienen a ver un batazo de Álex Cabrera; aunque me griten, igual lo disfrutan. Lo difícil es cuando te señalan como un delincuente o si hubieras matado a alguien. Yo no le he hecho nada malo a nadie. Lo único que hago es ayudar a quien puedo y jugar beisbol para demostrar quién soy. Si eso es malo, que me encarcelen.
- Tiburones le dio un contrato de dos años, pese a su percance en México ¿Eso le dio estabilidad?
Sí, porque yo quería jugar dos temporadas más. Hicieron lo que me prometieron. Yo no tengo problemas con la gerencia. Ellos me han apoyado en todo momento. Cuando ocurrió lo de México me llamaban siempre. Si Dios quiere y la virgen eso se terminará de aclarar. Siempre lo he dicho: no la debo ni la temo. A estas alturas de la vida para qué voy a estar inventando. Lo mejor del mundo es salir por la puerta grande, como lo pienso hacer en cualquier momento. ¿Para qué voy a ensuciar mi nombre? Son cosas que la gente no comprende. Muchos hablan por decir cualquier cosa. Son mis últimos años. Estoy jugando por jugar. Si yo quiero, me voy a acostar a mi casa. No tengo necesidad de esto. Es algo que llevo por las venas. El beisbol te arde la sangre. Es lo que Dios me enseñó y siempre lo haré.
- ¿Qué le responde a quién lo acusa por consumo de sustancias?
Le recuerdo que no he matado a nadie ni he hecho nada malo. Aquí todo el mundo es inocente hasta el último día. No me gusta que me señalen porque no he hecho nada. No señalan a los delincuentes y me van a señalar a mí y a muchos peloteros por venir al estadio y alegrarles la vida. Por eso uno tiene que ser un poco más humano. Somos venezolanos y debemos apoyarnos. Si yo fuera de otro país, está bien. Pero no podemos destruirnos entre nosotros mismos. Por eso estamos como estamos. Tenemos que apoyarnos, dar fuerza y levantarnos. Si ves a alguien caído, dale la mano, pero no destruirlo.
- ¿Usted se siente perseguido en este tema?
Si supieras que sí, pero como ya dije, no la debo ni la temo. Estoy a la orden para cuando ellos quieran, a la hora y el momento que quieran. Yo lo que haré será reírme. Sabes que es triste, que otra persona se te ría en la cara y te diga: ‘aquí estoy, ¿Qué consiguieron? Nada’. ¿Por qué van a seguir? Porque soy Álex Cabrera, el de los récords. Yo soy un pelotero igual que los demás. Dios me dio la dicha de hacer eso. Yo soy el jugador venezolano con más jonrones en todo el mundo. Eso es historia. ¿Para qué me están acusando con tantas cosas? Que sigan. Yo no les hago caso. Estoy a la orden. Aquí están las puertas abiertas para cuando quieran. Saben cómo me llamo y dónde vivo. Que vengan con todo lo que les dé la gana que luego yo me reiré en su cara.
- ¿Es cierto que, antes de firmar su contrato, usted aceptó la petición del equipo para que le hicieran pruebas en cualquier momento de la temporada?
Sí, pero lo cierto es que no puedes señalar a una sola persona. No puedes hacer una cacería con una sola persona. ¿Por qué? Porque en los años anteriores no hacían nada. Ahora solo porque es Álex Cabrera. Esas son las cosas que no me concuerdan. Pero, yo estoy a la orden. Si sacan mi nombre cien veces, cien veces me lo haré y cien veces me voy a reír.
Volverá al exterior
Álex Cabrera detuvo este año su carrera fuera de Venezuela, tras ser suspendido en México. Aunque judicialmente podía regresar al ruedo en la liga azteca, el “Samurái” prefirió quedarse en casa. No obstante, afirmó que este año volverá a cruzar la frontera para jugar. “Tengo varias cosas. Me han dicho para volver a México. En el mismo equipo con el que jugué (Rojos del Águila de Veracruz) están locos porque regrese. También me han llamado de Italia. En Corea del Sur hay un equipo interesado. Pero, esperemos que se caliente el cuerpo, esto apenas está empezando. En cualquier momento firmo para el exterior”, dijo.
Un hombre distinto fuera del terreno de juego
Álex Cabrera dice que fuera del diamante es una persona distinta a la que es cuando se para en la caja de bateo y suelta el madero ferozmente luego de disparar un jonrón. “Es parte de la bilirrubina por el momento del juego. Si yo fuera una persona echona o prepotente alzara el bate, viera el pitcher y le dijera cosas. Tengo 22 años comportando de la misma manera en el home”, indicó. “Llevo la humildad y la pobreza por el frente. Por eso es que creo que Dios me ha dado la dicha de conseguir mis logros”.
El slugger recuerda que su infancia en El Tigre fue uno de sus momentos de mayor apremio. “Recuerdo el día que le dije a mi mamá (Tomasa) que me regalara un guante para jugar beisbol. Yo tenía seis años y vivía en El Tigre. Mi madre me dijo que no podía darme ese guante. Un vecino fue el que me prestó el suyo para que yo jugara por primera vez en Criollitos de Venezuela, con un equipo que se llamaba Almacén Tokio. Son momentos que forman parte de tu vida; te hacen saber quién eres y de dónde vienes”, dijo el “Samurái”. “Nunca lo he olvidado y por eso si alguien necesita algo y está a mi alcance, yo se lo doy. No me gusta que la gente pase por lo que yo viví. Si puedes estirar la mano para ayudar, hazlo”, agregó.
“Mi mamá trabajó mucho para entregarme lo poco que me dio y yo se lo agradezco porque de ella recibí lo más importante: el ser, el tamaño y todas las habilidades que tengo”, finalizó.
Motivado por su hija
Álex Cabrera asegura que su pequeña Greys, de un año de edad, es su nueva inspiración para seguir en el juego. “Es una de las cosas más grandes que me ha pasado. Antes de nacer, todo el mundo decía que sería un varón, pero resultó ser una niña, aunque al verla parece un varoncito, pues monta caballo, le gusta la pelota y ahora empezó a decir ‘Cabrera jonrón’ y alza la mano. Por ella no he dicho más que me retiraré, pues quiero que vea lo hecho por su papá en la historia. Lo más bonito es cuando está en el juego y me llama o brinca. Ella me motiva a dar los batazos y empujar las carreras”, dijo.
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